Empiezo por el final: pido el voto para Amparo Navarro, como candidata a Rectora de la Universidad de Alicante. Amparo no es solo que tenga un curriculum vitae impresionante, sino que es una mujer que transmite compromiso, solidez, seriedad. Dignitas y auctoritas, En definitiva, creo que es lo que necesita la Universidad alicantina para poder crecer y situarse en el mapa, al menos en el nacional. Una mujer sensible, coherente y de una pieza, porque un rector ha de ser un referente para el resto de la comunidad educativa, en quien se ha de inspirar.
Enlazo esta petición con un artículo que escribí en diciembre de 2018, cuando yo aún trabajaba en el Magister Lvcentinvs, Máster de la Universidad de Alicante. Van a poder apreciar que mi artículo era de lo más moderado, tirando a tibio si me apuran si tomamos en cuenta lo que me pedían las tripas hacer en aquel momento, pero a pesar de ello inexplicablemente no fue publicado en el medio en el que yo escribía por aquel entonces. Decía así mi columna, de la que extraigo solo la parte relacionada con el tema que nos ocupa:
“Despedidas
Las despedidas implican un cierto desgarro o sentimiento de pérdida, que no siempre sabemos manejar bien. La, hasta el momento, última promoción del Magister Lvcentinvs, el Máster en Propiedad Industrial e Intelectual de la Universidad de Alicante querido por tanta gente de todo el mundo, que creó el profesor Desantes hace veinticinco años junto con el añorado profesor Martín Mateo, se graduó ayer y el adiós fue, como de costumbre hasta la fecha, entre abrazos y lágrimas. Será difícil el reencuentro con los diecinueve alumnos de China, o con el estudiante panameño, a quien su compatriota, mi compañera Isa, le reprochaba en su jerga que tuviera tanta huevasón. Sin embargo, un adiós como este, de largo recorrido porque muchos estudiantes no volverán a encontrarse nunca más, tiene también la función de hacer crecer a las personas. En la vida hay que afrontar constantemente despedidas y para conseguir sobrevivir a ellas precisamos ir entrenándonos a lo largo del camino.
Siempre fue muy valiosa la red de contactos internacionales generados a través del Magister, entre apuntes, clases de tantos profesores diferentes y risas con los compañeros. Ni que decir tiene que, cuando los lvcentinos se encuentran, sean de la promoción que sean y ocurra donde ocurra, el sentimiento de pertenencia aflora espontáneamente y la amistad se da por hecho. Es el valor intangible de enorme trascendencia que quien no lo haya vivido no puede entender.
El Máster afronta un punto de inflexión y cambio en estos momentos, pero por encima de todo están los alumnos que apostaron por él y que necesitan que la Universidad responda a su expectativa. El reto es grande y el listón está muy alto”.
Me quedó entonces por decir que la prueba palpable de que la Universidad necesita un cambio radical en el mando del Rectorado es el hecho de que se haya consentido que tuvieran que abandonar el consejo académico y la docencia del Magister dos Departamentos del peso específico que tienen Derecho Civil, con el respetado profesor Juan Antonio Moreno al frente, y Derecho Internacional Privado, encabezado por el simpar profesor Manuel Desantes, antes citado. El Máster que conocíamos desapareció con ellos. Para muestra, este botón: la UA se ha estado tirando piedras contra su propio tejado, incomprensiblemente.
Todo ello ha obrado en detrimento del programa de estos estudios, de los alumnos y en definitiva de la propia institución. ¿Por qué cambiar algo que funciona, de uno de los dos postgrados de esta Universidad internacionalmente reconocidos? Después de esta situación no puedo hacer otra cosa que desear un cambio para la Universidad. Y ese cambio lo encarna la candidatura que encabeza Amparo Navarro. Hace falta que entre alguien como ella en el Rectorado de la UA, una mujer conciliadora, pero firme, a poner en orden los asuntos de la Universidad, que se enfrenta a retos cruciales en la era de la inteligencia artificial. Amparo es, en todo caso, el candidato mejor preparado para afrontar esos retos. Suerte.