PRESENTACIÓN LIBRO 

Vivir es hacerse una pregunta tras otra y Eduardo Lastres responde en “Bien Sabes Sancho Amigo”

Eduardo Lastres es un artista al que le gusta escribir y al que le gusta hacerse preguntas, y también que se las hagan. Y por ello responde, responde a casi todo. El artista alicantino acaba de publicar “Bien sabes Sancho amigo” una recopilación de pensamientos, de vivencias, de respuestas a cuestiones mundanas unas, divinas otras, que se ha ido haciendo el artista, o que le han hecho y que un día decidió recopilar. Pero que contesta Don Quijote

28/02/2017 - 

ALICANTE. La sede de la Universidad de Alicante en la ciudad fue el lugar elegido para la presentación del libro  que acaba de publicar el pintor, escultor y artista en su más amplio sentido, Eduardo Lastres. Más de 140 páginas de pensamientos, de reflexiones, de vivencias y de respuestas que da Lastres en su faceta de escritor ocultándose tras Don Quijote. Sí, Lastres ha escogido a Don Quijote, y a Sancho, aunque a Sancho apenas se le escucha, para plasmar en forma de breves reflexiones un pequeño ideario vital.”Mi querido Sancho cuánto debe uno hacerse valer para que lo consideren un poco, y que fácil es perder el respeto de los demás por cualquier error cometido.” Es solo un ejemplo de estas reflexiones, que muchos nos hemos hecho, y que Lastres ha decidido plasmar tras tres años anotando pasajes, preguntas, trozos de conversaciones, al fin y al cabo, pedazos de una vida.

Lastres es uno de esos artista cuyas obras son reconocibles en las calles de Alicante. Un artista que es Alicante en sí, en su obra pública y su obra pictórica, en su relación con personajes como Sempere. Y que desde hace muchos años ha reivindicado, o al menos lo ha intentado, a los grandes artistas de esta ciudad y de su provincia. “Yo he reivindicado, y sigo reivindicando -en el libro lo digo muchas veces- que el que no conoce su pasado, en el presente no puede saber por qué esta donde está. ¿Cómo sabemos dónde estamos? Lo sabemos porque sabemos que venimos de “aquí”. Por eso cuando hablo con pintores de 40 o 50 años incluso que me dicen que no saben quien es Varela, o Pérez Pizarro. Yo me pregunto, ¿tú eres de Alicante? ¿qué pasa no? Por eso yo he reivindicado a Varela, a Pérez Pizarro, que es el casi primer abstracto español. El primero que pintó abstracción, que perteneció al grupo Parpalló de Valencia.”

En el libro, Lastres evoca recuerdos y evoca deseos, los evoca y los esconde a la vez intentando que no sean solo suyos, sino que sean de todos, los universaliza. “Me reunía con una persona, me ocurría algo, me planteaban algo y me decía ¿qué pensaría Don Quijote de esto? Los cabreos y las alegrías, preguntarse por qué sucede esto. Por qué hay personas que te odian o te envidian, pensando en esas reflexiones pensé en Sancho, aunque nunca aparece. Siempre es Quijote quien se dirige a él '¿Me preguntas Sancho?' Y bueno, esa cosa de esconderme detrás del personaje me permitía ser, no sé, más duro en mis reflexiones. Era una forma de hacer un juego. En el libro se plantean toda esa serie de preguntas que uno se hace con respecto a la vida, con respecto a la amistad, a la muerte. Comencé recopilar estos pensamientos que hay recogidos en este libro hace unos tres años . Luego me encontré con unos 400 textos cortos. Luego alguien me propuso que los recopilase e hicimos la selección.”

En estos momentos la obra plástica de Lastres parece haber dejado paso a su lado de ensayista, poeta y pensador. Y de ahí nace este libro. Del tiempo para pensar, del tiempo para rememorar, de saberse en el momento en el que vale la pena escribir y que tiene sentido transmitir estas vivencias. Ahora Lastres escribe y escribe desde la atalaya en la que no parece vivir. Pero desde la que un día oteó el mundo y tomó buena nota de lo que veía ante él. “Uno puede reflexionar sobre uno mismo y al mismo tiempo este pensamiento le puede ayudar a los demás. Creo que cuando escribes te ves en la obligación de contestarte.” No, no hablamos de un libro de autoayuda. Pero quien sabe en qué momento uno de los pasajes de “Bien sabes Sancho amigo” puede salvarte el día. O al menos verlo de otro modo. Sobre todo si quien lo dice es Don Quijote.