BENIDORM (EFE). El Low Festival 2019 echó el cierre con la vista puesta ya en la edición del año que viene, con muy buenas sensaciones y con el convencimiento de que el certamen de Benidorm no ha tocado techo. De nuevo tres días en los que se rozó el lleno absoluto, con la mayoría de localidades vendidas y un público fiel que ya busca los abonos para 2020.
La última noche del Low reservó el protagonismo para la escena nacional con Fangoria, Vetusta Morla, La Casa Azul, Nunatak, Mastodonte, La Zowi y Carolina Durante como caras más visibles.
Sin embargo, fue The Vaccines, la banda londinense creada en 2010 y liderada por Justin Young, quien abrió el fuego en el escenario principal, el Vibra Mahou, saldando así la deuda que el festival decía tener con sus seguidores. Los británicos repasaron su arsenal de temas guitarreros muy bailables como "All my friends are falling in love", el conocidísimo "If you wanna", "Your love is my favourite band" o "I always knew".
La banda supo enganchar desde el principio y puso el listón alto, a la altura de lo que en días anteriores ya habían hecho Foals o New Order en el mismo escenario. Solo faltó algo más de ambiente en un estadio que, tal vez por lo temprano del horario -20,30 horas- aún estaba a medio llenar.
Con los 'lowers' entregados y dispuestos a pasar un último día inolvidable, llegó la hora de Alaska y Nacho Canut. Fangoria se encontró ya con un estadio en el que no cabía un alma y dio lo mejor de sí con su música electrónica en la que se mezclan pop y rock.
El público estaba dispuesto a cantar y bailar sus temas y Fangoria respondió con un repaso a lo mejor de su trayectoria con himnos como "Espectacular", "Quién te has creído que soy" y versiones que aparecen en su último trabajo de otras bandas como OBK y su "Historias de amor".
No podían faltar temas como "No sé qué me das", "A quién le importa" y el final del espectáculo con "Dramas y comedias", canciones que no dejaron que los seguidores parasen ni un minuto.
El otro plato fuerte del día llegó pasada la medianoche cuando los madrileños Vetusta Morla hicieron su aparición. Se dice de ellos que cuentan con uno de los mejores directos de la escena musical española independiente y después de lo de anoche, esa etiqueta sigue en su sitio.
El concierto ofreció un sonido impecable y el rock indie de la banda supo conectar con el público del Guillermo Amor. Los autores de "Los días raros", "Cuarteles de invierno" o "Valiente" invitaron a los fans a bailar cuando había que hacerlo y a escuchar cuando tocaba.
A la misma hora, en el escenario Jägermeister, La Zowi había atraído también a un buen número de 'lowers' para escuchar las provocadoras letras de una de las reinas del 'trap' español. No dejó indiferente a nadie. Ni a los que la conocían ni a los que no.
Antes de eso, Mastodonte, dúo formado por el actor Asier Etxeandía y el cantante italiano Enrico Barbaro, cosechó multitud de cometarios positivos y muchas ganas de que repitan en años venideros.
La Casa Azul, otro de los grupos clásicos del Low, puso el cierre al escenario principal antes de las tres de la mañana, con muchos fieles todavía en el césped -o lo que quedaba de él- alargando la noche mientras trataban de olvidar que el lunes es día laboral y que el festival benidormense no vuelve hasta dentro de un año.
La banda presenta su nuevo disco Figurantes, que precede a un merecido descanso. Antes del parón publican once canciones inéditas en las que los fans podrán escuchar un tono reflexivo