VALÈNCIA. Después de largos meses de espera, llegan las ansiadas novedades sobre el Proyecto de regeneración de las playas de Canet, Almardà, Corinto y Malvarrosa, en los términos municipales de Canet d'en Berenguer y Sagunt. El Ministerio para la Transición Ecológica ha otorgado al plan una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable, por lo que facilita su puesta en marcha.
Ambas localidades están afectadas por la erosión costera y sufren una regresión que avanza a pasos agigantados. Durante los últimos meses, sus ayuntamientos y asociaciones vecinales han ido de la mano a manifestaciones, reuniones y otros actos reivindicativos para exigir soluciones a largo plazo que permitan devolver a las playas a su estado original o, al menos, subsanar los daños ocasionados.
El documento, publicado este martes en el Boletín Oficial del Estado, recoge las actuaciones contempladas, así como las condiciones generales que se deberán cumplir para su correcta ejecución. La actuación se llevará a cabo en un tramo de 4,1 kilómetros de costa, entre la Gola de Queralt y el Puerto de Siles, y se centra en tres ejes principales: la retirada de gravas, la aportación de arena y la restauración del cordón dunar.
Por una parte, tendrá lugar un cribado y retirada de gravas —aproximadamente unos 75.000 m3— en las playas Malvarrosa, Corinto y norte de Almardà. El material se trasladará hasta las playas de Castellón y será el organismo competente de Costas en la provincia quien dictamine su localización final. Para contrarrestar la retirada, recibirán una aportación de 1.098.789,17 m3 de arena provenientes del yacimiento submarino Zona 15, próximo al cabo de Cullera. De esta manera, habrá 50 metros más de anchura que permitirán incrementar el uso lúdico y turístico de las playas.
Asimismo, se regenerará el cordón dunar abarcando 12.762 m2 al norte de la gola de Quartell, con la eliminación de especies invasoras, aporte de 4.279 metros cúbicos de arena y revegetación. Además, se impulsarán actividades de mantenimiento basadas en el cierre perimetral del cordón dunar en los puntos de acceso a la playa de Malvarrosa y se colocarán paneles divulgativos.
Así pues, el proyecto ha obtenido la DIA favorable del Gobierno con la condición de cumplir con ciertos requerimientos. Se limitará la ocupación de las playas durante las obras para minimizar las molestias a las especies, se prohíbe realizar vertidos al mar o utilizar sustancias con el propósito de repeler a la fauna, se elaborará un estudio previo de afección al patrimonio arqueológico subacuático y se llevará a cabo un programa de vigilancia ambiental por parte de la Demarcación de Costas de València, entre otras medidas solicitadas.
Rechazo a nuevos espigones y ampliaciones
Entre las opciones estudiadas, también se encontraban la ampliación del espigón del dique Norte de Siles, la ampliación de la gola de Quartell y la construcción de 10 nuevos espigones perpendiculares a la costa. Finalmente, todas las alternativas han sido rechazadas por su "efecto artificial en el paisaje, pérdidas permanentes de comunidades marinas y afecciones directas a espacios de la Red Natura 2000", tal y como señala Transición Ecológica.
Esta resolución no agrada ni a los consistorios ni a los habitantes, puesto que piden medidas capaces de retener los sedimentos, un hecho que con la simple aportación de arena no es posible. Los fuertes temporales, cada vez más frecuentes por la crisis climática, aceleran la erosión y hacen desaparecer el trabajo realizado.
Entre las alegaciones presentadas, el Ayuntamiento de Sagunt proponía incluir soluciones "naturales" para retener el sedimento, atenuar la fuerza del oleaje y proteger la playa, haciendo referencia a la instalación de elementos como diques exentos, sumergidos y rebasables. El promotor ha respondido que no existen soluciones naturales para ese propósito y ha argumentado que los espigones y diques tienen "más inconvenientes ambientales que beneficios, por lo que se han descartado".
Por su parte, la Asociación Vecinal de las Playas de Almardà, Corinto y Malvarrosa, presidida por Amparo Peris, insiste en la instalación de arrecifes biodegradables movibles y paralelos a la costa, una propuesta respaldada por una investigación de la Universitat Politécnica de València. Según defienden, no son estructuras duras, de modo que no perjudicarán a las playas situadas en el sur.
"Si nos traen arena y no ponen medidas para protegerla de los temporales, pues ya pueden traer toda la que quieran. No es una solución definitiva, es pan para hoy y hambre para mañana. Nos estamos enfrentando a un problema muy grave con el cambio climático y Costas lo único que hace es llevar arena de un sitio para otro. Pero claro, arreglas una cosa y desarreglas diez; eso no es lógico", explicaban en una entrevista a Valencia Plaza el pasado mes de enero.