VALÈNCIA. El éxito para el Gobierno valenciano de la futura implantación de la gigafactoría de baterías en Sagunt en 2026 no es logro de una persona, ni siquiera de tres, sino de un nutrido grupo de altos cargos y asesores de diversas consellerias que, tras un largo proceso de gestiones y espera, vieron este miércoles recompensado su esfuerzo con el anuncio del presidente de Seat, Wayne Griffiths.
Aunque es inevitable que ayer, en la celebración y las felicitaciones sobre todo en redes sociales, existiera el deseo de sacar pecho o barrer para casa en cuanto al reparto de méritos entre los socios del Botànic (especialmente PSPV y Compromís), predominaba en líneas generales un clima de éxito compartido.