VALÈNCIA. Es cierto que el centro de València y ese núcleo que forma la catedral de València y sus calles adyacentes puede llevar a una cierta nostalgia de lo que antaño existió en esta zona. Me refiero a locales con personalidad, que defienden unas raíces que aman y de las que se sienten orgullosos y, por qué no decirlo, de alguna manera embajadores. Locales que huyen del postín y de ese cliente que busca el like en Instagram para seguir perpetuando la cocina que han vivido en sus casas. Sí, es complicado encontrar restaurantes tradicionales en una zona donde parece que todo está ideado para satisfacer al turista, pero cuando ves una terraza repleta de personas disfrutando alrededor de unas tapas que hablan de tradición piensas que no todo está perdido y que todavía hay hueco para la esperanza. Y es precisamente esa esperanza la que resurge cuando descubres la Taberna La Samorra (C/ de l'Almodí, 14), una especie de Galia de la gastronomía en el centro de València.
Un restorán que sorprende nada más bajar ese escalón de la entrada, con esa decoración que habla de otros tiempos y donde se percibe que cada pequeño detalle encierra una historia. No hay tiempo para observar con detenimiento el lugar, David Balaguer hace los honores y te acomoda en una mesa. Acaba de darte asiento en su hogar, quiere que te olvides del reloj y que disfrutes de la velada. Un propósito que logra a los pocos segundos, gracias a su hospitalidad y a una sonrisa que deja entrever su amor por el oficio. Una naturalidad que hace que te relajes e incluso que mires toda esa decoración como si fuera la tuya propia: los libros de tu infancia, el tocadiscos de un familiar, la máquina de escribir con la que escribiste tu primera carta, la radio antigua que llenaba los silencios… Solo ese cuadro de la Virgen de los Desamparados advierte que es su casa. “Quiero que las personas se sientan a gusto aquí, que disfruten de una gastronomía tradicional y que sepan que esta es su casa”, cuenta David Balaguer, propietario de la taberna La Samorra.