P: ¿Qué es el vino?
R: El vino por definición (según la RAE) es la “bebida alcohólica que se hace de las uvas exprimido y fermentado naturalmente”. Naturalmente quiere decir de algo que no tiene mezcla, que no tiene aditivos. El antónimo de naturalmente es artificialmente. Por lo tanto, llevamos muchos años llamando vino a algo que no lo es. Todos los vinos que lleven aditivos (como pueden ser los sulfitos), habría que calificarlos como “vinos artificiales”. Por otro lado, cuando se habla de vino natural es redundante, ya que el vino debe ser natural por definición, como decía anteriormente.
P: ¿Cuál es tu opinión acerca de que el vino sea el único alimento del mundo que no dice sus ingredientes en la etiqueta?
R: Macabro.
P: El WSET (Wine & Spirit Education Trust) nos ha hecho últimamente aumentar el consumo de alcohol por el simple hecho de probar más bodegas y variedades. ¿Eso significa que soy alcohólico?
R: Creo que habría que identificar primero el baremo que cada persona tiene acerca del alcoholismo. Personalmente, no me veo con la capacidad suficiente para hacerlo. Lo que si puedo decir, es que el consumo de alcohol mezclado con sulfitos es muy perjudicial para la salud, es algo que te corroe por dentro. El alcohol es malo, malísimo, por eso nunca recomendaría su consumo cuando se haga junto a aditivos químicos, ya que es algo que te mata lentamente.
P: Nos imaginamos como alcohólico al típico que bebe destilados de 2 euros, solo, triste y azul en el baño de su casa. Pero, ¿podría existir un alcoholismo a otro nivel socialmente aceptado? No lo sé, espero que no.
R: El alcohol desinhibe, te hace ser aceptado en diferentes momentos en sociedad. Aunque, seamos sinceros, no hay peor cosa que no beber y aguantar a tu alrededor a personas que, según va bebiendo, se van poniendo más pesados y siempre van buscando en su bolsillo chico por si queda algún restillo del día anterior.
P: Si hubiese que comparar al vino con algo, ¿con qué lo compararías?
R: Volvemos al tema de qué es el vino realmente. Si hablamos de vino sin aditivos o vino, para mí puede llegar a ser una obra de arte. Si hablamos de vinos artificiales (es decir, todos a los que estamos acostumbrados cuando vamos a una tienda o a un bar habitual), nunca se puede ver como algo artístico, no tiene la posibilidad de serlo. El vino natural serían las angulas y los vinos artificiales serían las gulas del norte; los vinos naturales serían las patas de cangrejo y los vinos artificiales serían el surimi. Es decir, son dos productos que, aunque en apariencia puedan parecer muy similares, en el fondo no tienen nada que ver. La cuestión es que los segundos tienen la apariencia del primero, es decir, quieren ser vinos, pero al final suponen una burda imitación que, a nivel comercial funcionan muy bien, pero en realidad, suponen un engaño para el consumidor. Son sucedáneos, un producto completamente distinto.
En una comparativa futbolística y homenajeando al recientemente fallecido “El Flaco”, podríamos decir que los vinos naturales serían Menotti y los vinos artificiales serían Bilardo, ya que no les importa cómo ganar (dinero en este caso). Los vinos naturales serían Séneca y los vinos artificiales serían Jorge Javier Vázquez.
P: ¿Todos podemos beber vino?
R: Yo creo que todo el mundo podría beber vino, pero no hay que olvidar que los que llevan sulfitos añadidos son tremendamente perjudiciales para el cuerpo humano. Se podría decir que estos últimos no podrían beberlos las personas que sean alérgicas a los sulfitos, pero yo defiendo la teoría de que los sulfitos no son una alergia, sino un veneno que provoca que haya personas más intolerantes que otros a los mismos.
P: ¿El Champagne es un vino?
R: Lo correcto sería decir que el Champagne es un vino espumoso artificial, ya que tiene aditivos, es decir, no se elabora de forma natural. Esto es por pura definición. Igualmente, todos los vinos a los que hemos estado acostumbrados durante todos estos años. Solo se puede llamar vino a los que no tienen ningún tipo de aditivo.