VALÈNCIA. El terremoto político acaecido este fin de semana merced a la remodelación del Gobierno acometida por Pedro Sánchez seguía resonando este lunes en la Comunitat Valenciana. No en vano, varias de las decisiones adoptadas por el líder socialista tendrán repercusiones a corto, medio y largo plazo en el PSPV que encabeza el también presidente de la Generalitat, Ximo Puig.
Así, la salida del Gobierno del ministro de Transporte, el valenciano José Luis Ábalos, tiene un poderoso significado en la federación valenciana. Más aún cuando este lunes se confirmaba también su adiós como secretario de Organización del PSOE, el puesto de responsabilidad en el partido más importante después de la Secretaría General que ostenta Pedro Sánchez.
La familia política de Ábalos está radicada principalmente en la provincia de Valencia y, especialmente, en el Cap i Casal. Desde 2014, el ya exministro apoyó a Pedro Sánchez en su primer proceso de primarias, pero también lo hizo en el segundo, cuando había perdido el cargo y pocos eran los que apostaban por la resurrección del dirigente madrileño. Una lealtad que terminó con un enfrentamiento a cara de perro con los afines a Puig, que se inclinaban por Susana Díaz: los 'abalistas' -entonces autobautizados 'sanchistas'- vencieron con claridad y, fueron más allá, presentando -sin éxito- al alcalde de Burjassot, Rafa García, para arrebatarle el liderazgo del PSPV al propio Puig, que en ese momento -2017- ya era presidente de la Generalitat.
Posteriormente, se llegó a un acuerdo en la provincia de Valencia para que una de las principales colaboradoras de Ábalos, Mercedes Caballero, se convirtiera en secretaria general sin oposición. En cambio, este sector sí impulso una candidatura alternativa en València ciudad, donde Sandra Gómez -afín a Puig- venció a la concejal Maite Girau, apoyada por el grupo del ministro.