VALÈNCIA (EFE). Las grandes diferencias entre territorios en el impuesto sobre el patrimonio hacen que contribuyentes iguales no paguen nada en Madrid y paguen más en Aragón, Extremadura o Baleares, lo que ha llevado al grupo de expertos para la reforma fiscal a proponer medidas para una mayor armonización entre comunidades.
Esta armonización, rechazada desde algunas comunidades, la última Murcia, cuyo presidente, Fernando López Miras, advirtió este viernes de que no descarta acudir a los tribunales si fuera necesario para evitarlo, pasan por establecer un mínimo -también en el impuesto de sucesiones y donaciones- que evite el "vaciamiento" del tributo, aunque dejando margen a las comunidades autónomas para acordar subidas o bajadas.
El presidente del Comité de expertos, Jesús Ruiz-Huerta, abogó durante la presentación del Libro blanco para la reforma fiscal por el mantenimiento de ambos impuestos sobre la riqueza, aunque elevando los mínimos exentos, suavizando la escala del gravamen y sometiendo a un proceso de evaluación las reducciones y bonificaciones.
Con respecto a la "armonización" autonómica de estos tributos, que han vivido una "competencia a la baja" entre territorios, apostó por un mínimo exento y el "mantenimiento de competencias normativas al alza y a la baja" para asegurar un "equilibrio" entre competencias normativas y autonomía tributaria.
Diferentes tipos impositivos y una exención del 100%
El impuesto sobre el patrimonio, que los propios expertos reconocen en su Libro Blanco que presenta "una serie de deficiencias" que "justifican" su reforma, está cedido a las comunidades autónomas, que pueden aplicar reducciones en el mínimo exento, modificar la tarifa y aprobar deducciones y bonificaciones en la cuota.