VALÈNCIA. Cuando el president de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont, anunció que el pleno para declarar la independencia se celebraría el 9 d'Octubre, día de la Comunitat Valenciana, el Consell que preside Ximo Puig se molestó. No en vano, poner esa fecha en el calendario –por si los otros 364 días restantes no fueran suficientes– invisibilizaba cualquier reivindicación valenciana que pudiera hacerse durante esa jornada.
"Cataluña lo eclipsa todo ahora mismo", llegó a pronunciar hace apenas un par de semanas la vicepresidenta, Mónica Oltra, cuando se le cuestionó por la trascendencia que había tenido la reunión del jefe del Consell, Ximo Puig, con el presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy. Con esta premisa, no era de extrañar que el anuncio del pleno cayera mal en la autonomía vecina.
Y a pesar de que el pronunciamiento del Tribunal Constitucional –que tumbó el intento de celebrar el pleno del Parlament este lunes– obligaba a aplazar a este martes el cronograma para consumar el desafío, la cuestión catalana sobrevoló y estuvo presente durante todo el 9 d’Octubre en la Comunitat: desde los discursos en la entrega de distinciones hasta la manifestación vespertina, pasando por una tensa procesión cívica con pitadas, banderas y agresiones verbales incluidas.
El día empezó con la tradicional entrega de galardones en el Palau de la Generalitat. A él llegó, con la mirada puesta en Cataluña y con la intención de valerse de esta cuestión para hacer oposición al Consell, la presidenta del PPCV, Isabel Bonig. Lo hizo rodeada de su equipo más cercano, todos con una identificación en la solapa de sus americanas: una chapa de un corazón partido con la bandera española y la Senyera. La líder de los populares valencianos, reprochó que ningún representante de PSPV ni Compromís, es decir, del bipartito, estuvieran presentes en la manifestación de este domingo en Barcelona.
Tampoco pasó inadvertida la manicura de una de las galardonadas con la Alta Distinción de la Generalitat, la vicepresidenta de Mercadona y mecenas cultural Hortensia Herrero: una bandera de España cubría sus pulgares. Era una demostración de que Cataluña estaba en el ambiente. A pesar de este mensaje subliminar, no obstante, Herrero fue la única de los tres principales premiados que evitó pronunciarse sobre la cuestión catalana.