VALÈNCIA.-Los seguros corren por las venas de Mónica Herrera del Río (València, 1970) porque su abuelo fundó, hace más de setenta y cinco años, el que hoy es el despacho familiar Herrera y Asociados. «Cuando acabé la carrera de Derecho quería ejercer pero entré a probar en el despacho familiar donde mi padre era el gerente y esta profesión me enganchó totalmente», reconoce a Plaza esta mediadora de seguros desde julio de 1994, que se considera una mujer muy afortunada por poder trabajar en lo que le gusta y, encima, teniendo el apoyo de su familia en la empresa.
Apasionada de la playa, la vida tranquila y el deporte, nunca ha pensado en abandonar el despacho familiar e irse a alguno de los grandes porque su compromiso «es total, y compartir los éxitos con la familia es un placer». Eso sí, añade con una sonrisa, tiene el inconveniente de que «es más difícil desconectar aunque la satisfacción personal es enorme».