CASTELLÓ/VALÈNCIA. La pandemia de coronavirus, que está en su pico más alto de contagios (y con diferencia) en la provincia, provoca además daños colaterales. Y entre ellos se encuentran las bajas laborales de cualquier rama económica. Como en cualquier actividad, y más incluso debido a su exposición, los sanitarios castellonenses están sufriendo en sus carnes la enfermedad. Hasta el punto de que, actualmente, hay más de 2.000 de baja porque están contagiados o en cuarentena.
Según el último recuento de la Conselleria de Sanidad, a 13 de enero más de 2.300 empleados del sistema sanitario público de la Comunitat Valenciana no podían acudir a su centro de trabajo. De ellos, 272 estaban en cuarentena mientras 2023 estaban de baja por cuestiones vinculadas a la covid.
En este sentido, los departamentos más afectados, evidentemente por dimensión, son el General de Castellón -con más de 350 sanitarios fuera de juego- Alicante -con 231 bajas-, La Fe -con más de 200 profesionales de baja- o Elx -con 118-.
Problemas en la gestión
Todo esto, como no puede ser de otra manera, está afectando a la atención sanitaria. Así, además de la escasez de camas hospitalarias, que ha derivado en que, por ejemplo el hospital General de Castelló haya pospuesto la cirugía no preferente; la falta de efectivos sanitarios dificulta la atención, tanto en hospitales como en centros de salud.