Traemos una serie de recomendaciones, alternativas y sugerencias para llenar nuestras copas de vinos y espumosos estas navidades hedonistas sin rompernos la cabeza ni la cartera. No encontraremos Vega Sicilias Únicos, ni Dom Pérignon, pero sí 45 vinos espectaculares para pasar unas navidades como un oligarca ruso.
Étienne Davodeau es un dibujante de cómic francés al que admiro por muchas razones, pero la principal de ellas es que en sus historias refleja la realidad del mundo rural. Una realidad olvidada, despreciada o como menos abandonada: la realidad del mundo de los productores. El mundo de los que de verdad madrugan, se astillan las manos, se ajan la piel y se curten el lomo. El mundo de los que terminan la jornada con la espalda molida y la fatiga en los ojos. Pero con la mirada limpia. Honesta. Y con ese orgullo en la frente del que hablaba Miguel Hernández de los andaluces de Jaén: tierra de aceituneros altivos.
En su cómic Los Ignorantes, Davodeau a través de un viaje iniciático a través de productores, regiones y variedades de uvas, constata que hay tantas formas de realizar un libro como de producir un vino y que ambos: vino, literatura, tienen ese poder, necesario y precioso, de unir a los seres humanos. Ese poder para hacernos sentir. Para hacernos vivir. Y como recordamos el pasado martes en la presentación del anuario de esta Guía: ¡Qué necesario es vivir! Por este motivo, porque se acerca la época más bonita del año, la que más nos une y acerca. Esa que nos reúne en torno a una mesa con mantel de lino y copas de cristal soplado, realizamos un recorrido a través de algunas de las voces más autorizadas del mundo del vino en el que conoceremos sus propuestas y recomendaciones para unirnos estas fechas. Recomendaciones para beber bien y vivir mejor.
Decía Jorge Valdano (el gran intelectual del fútbol moderno) que “el fútbol es lo más importante de las cosas menos importantes”. Yo diría que es el vino. Sinceramente, prefiero la uva al merengue. Cuestión de gustos. Y en el mundo del vino, como en la vida, tan importante es elegir, como elegir bien. La vida es demasiado corta como para beber mal vino ¿no? Para facilitaros la toma decisiones os contaré cuál es la fórmula correcta para elegir un buen vino: ¡Escuchar al que sabe, joder! Tu cuñado, ese que ha traído un “verdejito fresquito” que es una maravilla y que dice que para el cordero al horno hay que tomarse un Ribera del Duero o un Rioja SÍ o SÍ. No es más que eso. Un cuñado. Luego hablará con la misma vehemencia de cepas sudafricanas, nanotecnología, conflictos geo-políticos en el Indostán o cambio climático. En serio, ya que tenéis que aguantarlo, al menos bebed algo rico.