VALÈNCIA. La posible condonación de la deuda histórica de algunas Comunidades Autónomas (CCAA) y la reforma del sistema de financiación se han convertido, inopinadamente, en dos de los asuntos -que forman un pack indisoluble- en la agenda política de este verano.
La posibilidad de incluir una quita y la remodelación de un modelo que lleva caducado desde 2014, una reivindicación de los gobiernos valencianos de distintos signo mantienen desde hace casi una década, ha entrado en el debate como una opción por parte del PSOE que lidera Pedro Sánchez para seducir a las formaciones catalanas independentistas -especialmente Junts- de cara a conseguir sus votos en la investidura.
A partir de ahí, los principales dirigentes de las CCAA se han lanzado a un intercambio de pareceres sobre una cuestión que, obviamente, genera discrepancias entre las distintas autonomías. Algunas son partidarias de la reforma y de la condonación -las mal financiadas y endeudadas-, mientras que otras -las mejor financiadas y menos endeudadas- lo ven como un agravio comparativo.