VALÈNCIA. Las relaciones entre el Consell y el Gobierno de España respecto a la reconstrucción tras la Dana no están siendo fáciles. Más allá de las proclamas públicas sobre la necesidad de colaboración y coordinación entre administraciones, siempre existen discrepancias a la hora de bajar a la letra pequeña, siempre más alejada de los focos. Este jueves, la consellera de Hacienda, Ruth Merino, lamentaba en el Fórum Europa Tribuna Mediterráneo las soluciones aportadas por su homóloga en el ministerio y vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero, ante algunas peticiones del Consell ante la Dana. "Su respuesta ha sido que nos sigamos endeudando. Se ha dejado de hablar del fondo transitorio de nivelación que pedimos, no me cabe en la cabeza que nos digan que nos endeudemos más. Somos la comunidad más endeudada de España en relación al PIB y la segunda en términos absolutos, yo a eso le llamo maltrato financiero", subrayó Merino.
En este caso, llueve sobre mojado. Especialmente si se tiene en cuenta la relación epistolar que han mantenido ambas responsables gubernamentales en las últimas semanas. Así, según fuentes del Ejecutivo valenciano, el pasado 7 de noviembre, apenas díez días después de la Dana, la conselleria remitía una primera carta a la ministra en la que se informaba a Montero de los daños estimados en las infraestructuras autonómicas y los gastos adicionales a realizar, que cifraban en 5.000 millones de euros. Con esta antesala, desde la conselleria se solicitaban en la carta "recursos procedentes del Estado y de la UE a fondo perdido" para "reparar daños de la Dana y reactivar la economía", una método, recordaban, que ya se aplicó en 2020 y 2021 para "combatir la pandemia".