VALÈNCIA. El pasado 29 de octubre, Picanya vivió una de sus jornadas más dantescas en años. La Dana, que azotó sin clemencia la comarca de l'Horta Sud, convirtió las calles, viviendas y centros educativos de esta localidad en un auténtico lodazal, dejando a su paso pérdidas materiales incalculables y el desaliento de cientos de familias. Según el informe Impacto de la Dana en las cooperativas de las zonas afectadas, elaborado por la Confederación de Cooperativas (Concoval) y Ciriec-España, las cooperativas educativas de la región figuran entre los sectores más castigados por el temporal, puesto que registran "graves daños" an aulas, instalaciones deportivas y mobiliario escolar.
Entre los centros educativos afectados, la Escola La Gavina de Picanya se alza como uno de los casos más críticos. Con sus instalaciones parcialmente inutilizadas y una actividad lectiva suspendida durante tres semanas, el colegio ha resistido gracias a la solidaridad de su comunidad y no al apoyo de las administraciones públicas, según denuncia a Valencia Plaza la presidenta de la cooperativa, Sandra Cuevas. El temporal dejó a La Gavina, ubicada en medio de la huerta valenciana, en una situación desoladora.
El sótano del colegio se inundó por completo, el pabellón deportivo perdió todo su material de madera y las aulas situadas en los pisos inferiores del edificio, como las de tecnología, plástica o música quedaron inutilizadas. Cuevas recuerda a este diario el impacto inicial de la tragedia en el centro: "Tuvimos que llamar a las familias para que recogieran a sus hijos, como método preventivo por si el nivel del agua crecía más de la cuenta. No sabíamos lo que iba a pasar; todo lo perdimos en cuestión de horas".