VALÈNCIA. La Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente que lidera Mireia Mollà no podrá renovar buena parte de la flota de vehículos de sus agentes medioambientales y de las oficinas comarcales debido a la crisis relacionada con los suministros de la industria del automóvil. O lo que es lo mismo, la llamada crisis de los microchips.
Así, la solicitud realizada por este departamento a la empresa proveedora en abril de este año se ha ido demorando sucesivamente hasta la última comunicación, en la que se ha transmitido que no podrá ser atendida la demanda hasta el primer trimestre de 2022. Una situación que impide renovar 70 vehículos en la citada conselleria y para la que se contaba con una partida presupuestaria de 1,5 millones de euros.