Esta Navidad, nos hemos propuesto regalar gastronomía con tres requisitos: cercanía, territorio y artesanía. Allá va nuestro popurrí alicantino, aunque hay muchas más ideas. Encontrarlas es tan sencillo como mirar cerca.

Un buen panettone

A nadie le amarga un dulce, y menos en estas fechas. Y como sabemos que el panettone alicantino está al alza (para nuestro regocijo), siempre vamos buscando este sublime bollo de origen milanés allá donde vamos. Nuestro último descubrimiento ha sido el panettone de chocolate y naranja o el de tres chocolates de Forn Mariu, un obrador familiar ubicado en Ibi que continúa la tradición iniciada en 1943. Ahora son Carlos y Santi Mariel, padre e hijo, quienes amasan y hornean con tesón y pasión, para crear manjares como éste. Cuando vayas, compra también alguno de sus panes (cada día tienen propuestas diferentes), su brioche para hamburguesas… ¡y las palmeras de chocolate!

Te atenderá Eva Hita con su gran sonrisa, que es la mujer de Carlos y madre de Santi. La de Forn Mariu es una de esas familias gastronómicas que nos emocionan.