“Valencia es un público difícil”, Miguel Ángel Mayor se la juega entre las calles de la Ciutat Vella. Allí, en los bajos del Caro Hotel —veintiséis habitaciones maravillosamente diseñadas por Francesc Rifé— aparecieron entre los escombros restos de una muralla árabe que protegía la ciudad al hacer las obras de restauración, baluarte que ahora cruza el comedor y deviene en auténtico protagonista del restaurante. Lo viejo y lo nuevo, frente a frente. Lo mejor de viejo y lo mejor de lo nuevo, esperamos. Por si es al revés…
Solo importa la buena cocina, insisto. Lo digo por lo siguiente: la propuesta gastronómica de Sucede va de recuperar la cocina de las distintas civilizaciones que habitaron la ciudad (romana, árabe y cristiana) con platos que funcionen como recuperación de creaciones (y producto) clásicas desde la óptica de la cocina creativa. Pero… ¿os cuento os secreto? Me da igual. Yo lo que quiero es cocina y emoción en cada plato —y Miguel Ángel tiene ese don: el de la cocina. El mismo don que comparten Raúl Aleixandre, Ricard o Luis Valls. Y ese talento siempre estará (afortunadamente) muy por encima de la anécdota, de los planes de marketing y de cuentos chinos. Pura cocina.