GANDIA. En un momento de incertidumbre como el actual en el que la crisis sanitaria de la covid-19 está muy presente, Juan Pablo Tur es nombrado presidente de la Federación de Asociaciones de Empresarios de la Safor (FAES). Lo hace meses después de que Miguel Todolí tuviera que dar un paso atrás por cuestiones personales. El ya máximo representante de FAES se considera una persona ilusionada y es precisamente esa ilusión la que quiere transmitir al resto de empresarios para que “todos vayamos en una misma dirección”.
A sus 39 años conoce bien la realidad empresarial de la comarca. Es el presidente de la Asociación de Empresarios de la Safor (Aesafor) —un cargo que no dejará pero en el que Alberto Pascual cogerá más peso— y tiene experiencia profesional en diferentes ámbitos: tras licenciarse en Arquitectura, creó un despacho de arquitectura en Gandia, que luego derivó en una empresa de administración de fincas. Más tarde, se incorporó a Turmetal, la empresa familiar —aunque no le gusta el término— y desde hace dos años es el CEO.
Con esa triple vertiente —como persona, como CEO de Turmetal y como presidente en funciones de FAES— ha vivido la crisis del coronavirus. “Ha sido una experiencia enriquecedora pero también muy dura, especialmente al ver cómo tanta gente lo está pasando mal”. Momentos complicados de los que extrae una lección: "Hacer por el bien común, que no es la suma de bienes particulares sino lo mejor para todos de una manera desinteresada”.
Como presidente de FAES, ¿qué líneas va a seguir?
Más allá de nuestras reivindicaciones históricas, uno de los pilares fundamentales es la estrategia empresarial comarcal, con la que queremos identificar todos los sectores (industria, empresas, comercio, turismo…) y relacionarlos entre ellos para que, cuando uno falle, los otros tiren como tractores. No se trata de cambiar los modelos sino de flexibilizar los que ya tenemos e implementar nuevas medidas para que los modelos se adapten según las circunstancias. Se trata de ir todos hacia una misma dirección, de poner en valor la propia comarca desde una visión supracomarcal para que, conectada, vaya en una misma dirección.