VALÈNCIA (EP). El doctor Josep Esteve, coordinador de la Unidad de Medicina Interna del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, ha señalado que "en una revisión sistemática de 15 estudios epidemiológicos, se ha encontrado que la prevalencia de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es del 10 al 20 por ciento en el mundo occidental".
La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es una patología infradiagnosticada, destaca por "su alta prevalencia, la variabilidad en la presentación clínica y un elevado volumen de consultas y exploraciones complementarias asociadas".
Al respecto, ha explicado que cierto grado de reflujo es fisiológico, como los ocurridos después de la ingesta de alimentos, aunque éstos suelen ser de corta duración, asintomáticos y rara vez durante el sueño. Sin embargo, el reflujo patológico, por contra, se asocia con síntomas o lesiones de la mucosa y a menudo ocurre por la noche.
Los síntomas clásicos de la ERGE son la pirosis y la regurgitación, aunque también pueden aparecer dificultad y dolor para tragar, dolor torácico o tos crónica. Las complicaciones de la ERGE pueden surgir incluso en pacientes que carecen de síntomas esofágicos típicos: esófago de Barrett, estenosis esofágica, o laringitis crónica entre otras.
Por ello, ha señalado que el diagnóstico se basa en los síntomas clásicos, aunque algunos pacientes pueden requerir una evaluación individualizada si hay signos de alarma o factores de riesgo para el esófago de Barrett, incluso la realización de una endoscopia digestiva. Por esta razón es "muy importante la visita a un especialista para su diagnóstico y tratamiento".
Causas
Las molestias digestivas son frecuentes en la población debido a los hábitos alimenticios y el estilo de vida. La obesidad y los excesos a la hora de comer, como la ingesta de grasas, el alcohol, los alimentos picantes, las bebidas con cafeína, el tabaco y los alimentos procesados entre otros, pueden provocar acidez y reflujo gastroesofágico.