VALÈNCIA. La moratoria de dos años para impedir la instalación de bloques exclusivos de uso turístico en la ciudad de València no termina de seducir a la concejalía de Urbanismo que dirige Sandra Gómez. Así, la edil muestra reticencias ante la propuesta final que presentó el área de Vivienda de Isa Lozano esta misma semana: frenar la implantación de este tipo de negocios durante al menos dos años en un total de 11 barrios de la capital, mientras se redacta la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que permitirá introducir definitivamente la prohibición.
El veto temporal afectaría no solo a los edificios de apartamentos turísticos sino también a los hoteles, hostales, pensiones e incluso a las residencias de estudiantes. Pero nada de eso es suficiente para la concejalía de Gómez, que pide ir incluso más allá: su propuesta es vetar también la compra de edificios enteros a cualquier uso terciario que pueda ser nocivo para la calidad de vida de los vecinos y vecinas del entorno. Esto es, principalmente, fondos buitre y oficinas.