Valencia Plaza

el consistorio ha recalificado unos terrenos para pagar a igsa, pero no hay acuerdo

El Ayuntamiento acudirá a la vía de la expropiación para cumplir con la sentencia de Tabacalera 

VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València todavía no ha acabado de dar una solución clara a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de 2016 sobre Tabacalera. El fallo anulaba el planeamiento acordado en 2005 por el gobierno municipal del PP y la empresa Inmobiliaria Guadalmedina S.A. (Igsa) y, por ende, dejaba a la promotora sin poder materializar la edificabilidad a la que tenía derecho por el acuerdo. El actual consistorio busca ahora indemnizar a la empresa con un suelo en el barrio de Penyaroja, pero la realidad es que no se ha firmado el convenio de permuta que el ejecutivo local anunció hace dos años.

El convenio urbanístico pretendía evitar así que la promotora continuara reclamando la indemnización económica al recibir a cambio el suelo en la mencionada zona de València. Sin embargo, el hecho de que no haya habido un acuerdo por escrito entre ambas partes tiene como consecuencia directa que la firma propiedad de la familia de Enrique Ballester continúa reclamando su indemnización en los tribunales, que cifra en 52,6 millones de euros, como publicó Valencia Plaza este jueves.

En mayo, la concejala de Urbanismo, Sandra Gómez, aseveró en el pleno municipal que este convenio se estaba "gestando". Con todo, lo cierto es que a fecha de hoy este planteamiento parece que ha quedado desechado en el departamento de Urbanismo. Fuentes de la concejalía aseguraban recientemente a este diario que la intención pasa ahora por acudir a la vía de la expropiación contemplada en la legislación y que permite pagar al expropiado en especie.

Esto es, se expropiaría el suelo que Igsa mantiene en los alrededores de Tabacalera y en los que no pudo construir al convertirse en suelo dotacional tras la sentencia del TSJ y, tras fijar un justiprecio, el consistorio le pagaría en compensación con el suelo de Penyaroja. Las fuentes consultadas por este diario señalan que se trata de un procedimiento más "garantista" que el del convenio y en el que, si no hubiese un acuerdo en el justiprecio, acabaría interviniendo un juez para dirimir la disputa.

Tabacalera. Foto: KIKE TABERNER

Se desconoce, al menos públicamente, si la firma está dispuesta a ser compensada con especie -terrenos-, y tampoco está claro si aceptaría el suelo que el Ayuntamiento ha ofrecido. Aunque al principio de la operación se daba por supuesto que la respuesta sería afirmativa, la demora en la firma de un convenio que estaba "casi cerrado" en 2018 -según el Ayuntamiento- ha levantado suspicacias sobre la aceptación por parte de Igsa de los terrenos en cuestión.

Las dudas se ciernen sobre esta operación fundamentalmente porque el Ayuntamiento de València ha recalificado dos parcelas en el barrio de Penyaroja para pagar la indemnización a la empresa, pero sin haber suscrito ningún acuerdo con Igsa que la obligue a aceptar este suelo. Ese cambio de planeamiento ya se ha aprobado: la pasada semana el expediente superó el último estadio del proceso administrativo al recibir la luz verde de la Comisión Territorial de Urbanismo de la Generalitat Valenciana.

Así, lo que en Penyaroja era un suelo para zona verde y otro para colegios, ahora es para viviendas. Desde el consistorio señalan que el suelo educativo que ha cambiado de uso es una parte que la Conselleria había admitido que por su morfología no podía acoger un colegio. Asimismo, justifican la solución al embrollo de Tabacalera desde una perspectiva global: la cesión de suelo que se le debería hacer a Guadalmedina sería mucho mayor en otros barrios, recuerdan, ya que se hace en función del valor del metro cuadrado y Penyaroja es uno de los barrios más caros de València.

Recibe toda la actualidad
Alicante Plaza

Recibe toda la actualidad de Alicante Plaza en tu correo