VALÈNCIA. Los grandes clásicos nunca mueren. A menos de tres meses de que se disuelvan Les Corts, el debate sobre la posible rebaja del listón electoral del 5% al 3% ha vuelto a ponerse sobre la mesa como ya lo hizo en 2019. El temor de los grupos parlamentarios del Botànic a que Podem se quede fuera de la Cámara e impida así revalidar el Ejecutivo de izquierdas, junto a las bajas expectativas que tiene Ciudadanos de lograr representación en la próxima legislatura, han sido la combinación perfecta para que PSPV y Cs hayan creído oportuno resucitar la reforma de esta ley. 

Como ya adelantó Valencia Plaza, el cambio en la dirección de Ciudadanos y su proceso de refundación han servido para que el partido naranja se muestre ahora dispuesto a negociar una modificación de la ley valenciana para bajar el listón electoral con los socialistas (principal cambio que planteaba la modificación de la norma, entre muchos otros). Un viraje que, no obstante, ha removido las entrañas del grupo parlamentario porque no existe unanimidad al respecto. Tanto, que este miércoles se celebró una suerte de 'gabinete de crisis' que sirvió para que cada diputado exhibiera su disposición o no a apoyar la ley.

La cita –a la cual no asistieron todos los parlamentarios– evidenció, por una parte, lo que es un secreto a voces: el grupo está fracturado y no todos están dispuestos a pactar con el bloque de izquierdas una modificación de la Ley Electoral Valenciana. Al menos tres de los 13 diputados con los que cuentan se oponen a una reforma legislativa de este calado, si bien en el encuentro quien mostró abiertamente más reparos a secundarlo fue el diputado y miembro de la Mesa de Les Corts, Luis Arquillos.