VALÈNCIA (VP). Solera, empresa dedicada desde hace más de 50 años al diseño, fabricación y comercialización de material eléctrico de baja tensión, siendo especialistas en envolventes (cajas de distribución, cajas estancas y para mecanismos, etc …) y pequeño material doméstico (mecanismos, bases y clavijas, bases múltiples…), acababa de culminar el proceso de adaptación a la Industria 4.0 mediante la transformación digital de sus plantas de producción en Paterna (Valencia), que es el buque insignia de la empresa, y Cañete (Cuenca) y a la filosofía de gestión Lean Manufacturing cuando llegó la pandemia. «Una transformación que, ante los recientes acontecimientos, ha resultado ser clave de cara a una rápida recuperación», comenta su director comercial, José Polo.
Porque lo que a principios de año se intuía como una crisis de oferta, debido a los problemas que empezaba a haber con los proveedores asiáticos y europeos, finalmente se convirtió en un grave problema, que prácticamente paralizó la actividad de las fábricas durante las primeras fases del confinamiento. Solera no ha sido ajena a la crisis que ha provocado la covid-19, «la caída del sector durante el mes de abril ha sido muy fuerte. Por suerte se tomaron medidas rápidamente por parte de las principales asociaciones del sector y nos reconocieron como actividad de carácter esencial», explica José Polo. «No obstante, la incertidumbre sobre lo que sucederá en los próximos meses es total. Hoy por hoy, la cartera de pedidos y los niveles de producción son elevados, muy elevados en algunos casos, pero somos conscientes de que es una situación temporal. La duda es si en septiembre volveremos a las cifras pre-covid o se avecina una fuerte contracción del mercado».
El lado positivo, según destaca el director comercial, es que la empresa llega mucho más preparada que en la crisis de 2008. A nivel comercial, cuenta con una mejor diversificación de su cartera de productos, menor dependencia del sector inmobiliario y mayor implantación internacional. En la parte industrial, ha culminado una completa remodelación de sus sistemas de gestión y productivos. «Realmente el proceso comenzó hace tres años», comenta su director de producción, Francisco Ballesteros, «partimos de la implantación de la filosofía Lean Manufacturing, basada en la mejora continua y la producción sin desperdicios, en las dos plantas productivas y el almacén regulador. Este sistema nos ha permitido una mayor involucración y participación de la plantilla, ha localizado duplicidades y desperdicios que hemos podido eliminar y nos ha ayudado a definir mejor los indicadores de rendimiento». En paralelo, Solera integró este sistema Lean con un sistema M.E.S. (Manufacturing Execution System), que permite aumentar la competitividad de la empresa a través de la digitalización de todos sus procesos.