Comarca y empresa

Los siete proyectos de la CHJ para salvar los polígonos industriales ante futuras Danas

La entidad busca asegurar la resiliencia de las zonas productivas de la provincia

  • Un polígono industrial de la provincia de Valencia, tras la Dana -

La riada del 29 de octubre asestó un golpe sin precedentes al tejido industrial de la provincia de Valencia. Más de 50 polígonos industriales quedaron anegados, cerca de 6.000 empresas paralizaron su actividad y la economía regional sufrió un frenazo abrupto. Tres meses después, los efectos de la Dana siguen pesando: la reconstrucción avanza con lentitud, los peritajes se retrasan debido al "colapso" en el Consorcio de Compensación de Seguros, las ayudas no llegan con la rapidez necesaria y la falta de infraestructuras adecuadas mantiene la incertidumbre en el sector. Empresarios y trabajadores afrontan su futuro con inquietud, bajo el temor de que una catástrofe similar vuelva a repetirse sin que se hayan adoptado soluciones definitivas. 

La Federación de Polígonos Empresariales de la Comunidad Valenciana (Fepeval) y los representantes de las áreas industriales afectadas, reclamaron la semana pasada a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) una respuesta estructural. "No podemos limitarnos a restaurar lo perdido; es imprescindible reforzar nuestras infraestructuras para que los polígonos sean resilientes ante nuevos episodios extremos", advierte Diego Romá, gerente de Fepeval, en declaraciones a Valencia Plaza.

En esta reunión, el presidente de la CHJ, Miguel Polo, les recordó la existencia de siete proyectos ya redactados que afectan a distintos cauces y barrancos por los que discurrió la avenida de agua el pasado mes de octubre. Las obras se enmarcan dentro del "Plan de adecuación ambiental y drenaje de la cuenca del Poyo vertiente a la Albufera" y están orientadas a transformar la gestión hídrica en las zonas industriales más expuestas. Su ejecución, según manifestó Polo en dicho encuentro, se extenderá hasta 2030 y tendrá como primer paso la adecuación del barranco Pozalet-Saleta, cuya licitación está prevista para este año, mientras que el inicio de las obras será en 2026. 

Un plan hidráulico que blindará el tejido productivo

Según se detalla en el plan previsto por la CHJ, al que ha tenido acceso Valencia Plaza, uno de los proyectos más significativos es el acondicionamiento del barranco de la Saleta, entre Aldaia y el Nuevo Cauce del Turia. Inicialmente dotado con 26 millones de euros, su presupuesto se ha ampliado hasta los 90 millones debido a la magnitud de los daños. Las mejoras incluirán la ampliación de cauces, la optimización de la red de evacuación de aguas pluviales y la protección de infraestructuras críticas en una de las zonas industriales más perjudicadas por la Dana. La CHJ también ha contemplado la construcción de balsas de laminación para reducir el impacto de las avenidas y evitar el colapso del sistema de drenaje en episodios de lluvias intensas.

Otra intervención clave será la vía verde de conexión del barranco del Poyo con el nuevo cauce del Turia. Con una inversión de 35 millones de euros, el proyecto ha sido rediseñado para minimizar su impacto en la Huerta de València, combinando mejoras en el drenaje con una restauración ambiental que preserve el equilibrio ecológico de la zona. Esta actuación no solo busca mejorar la capacidad hidráulica del barranco, sino también crear corredores verdes que favorezcan la absorción del agua de escorrentía y reduzcan la erosión del suelo.

En el barranco Pozalet, entre Loriguilla y la zona verde inundable, se ejecutarán mejoras en la canalización y la gestión del agua pluvial, con la construcción de nuevas infraestructuras de drenaje que reducirán el riesgo de inundaciones en los polígonos industriales cercanos. Estas medidas incluyen la instalación de compuertas de control de caudal y la recuperación de zonas de amortiguamiento hídrico que permitan un mejor control del flujo en periodos de lluvia extrema.

Acumulación de barro y materiales en un polígono industrial a causa de la Dana
  • Acumulación de barro y materiales en un polígono industrial a causa de la Dana -

A su vez, se desarrollará una restauración fluvial y la ampliación de áreas de laminación en el barranco del Pozalet, entre la A-7 y el polígono de l’Oliveral, con el objetivo de mitigar el impacto de futuras crecidas. Estas áreas actuarán como depósitos temporales de agua, evitando que el caudal llegue de manera abrupta a las zonas industriales. Las actuaciones en el barranco del Poyo también serán determinantes. Así, se prevé la instalación de estaciones de bombeo y nuevos colectores de gran capacidad para evitar la acumulación de agua en puntos críticos. Además, se implementarán correcciones hidrológicas en la cuenca alta de este cauce para regular el caudal y minimizar el impacto de lluvias torrenciales aguas abajo.

Estas intervenciones incluirán la construcción de diques de retención en zonas estratégicas y la implantación de sistemas de drenaje sostenible para reducir la velocidad del agua antes de que llegue a los polígonos. La restauración forestal en esta zona también jugará un papel clave en la retención hídrica del suelo y la reducción de la erosión. La plantación de especies autóctonas con alta capacidad de absorción contribuirá a mejorar la infiltración del agua y a estabilizar los márgenes del barranco, reduciendo el riesgo de desprendimientos y desbordamientos.

Financiación y desafíos administrativos

Sin embargo, el éxito de este plan dependerá de la capacidad de las administraciones para movilizar los fondos necesarios y ejecutar las obras en los plazos previstos. Las ayudas que se necesitan son incalculables, dada la magnitud de la tragedia y, en ese sentido, el gerente de Fepeval avisa de que el proceso será largo porque "los avances están costando". "Pedimos a todas las administraciones públicas financiación porque las empresas van a necesitar ayudas directas. Llevamos ya tres meses y esto va a costar y está siendo largo. Necesitamos relanzar la actividad de los parques empresariales, modernizarlos y mejorar el tejido productivo", subraya Romá.

Otro reto inminente es la obstrucción del alcantarillado en los polígonos industriales afectados. En muchas zonas, el lodo solidificado ha bloqueado los sistemas de drenaje, lo que podría generar un colapso aún mayor en caso de nuevas lluvias torrenciales. Y, aunque Romá insiste en que tanto el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) como la Unidad Militar de Emergencias (UME) han hecho un "gran esfuerzo" en el baldeo de los parques industriales, destaca la urgencia de reforzar los trabajos de limpieza y mantenimiento en estas áreas

La Dana de 2024 ha evidenciado la vulnerabilidad de los polígonos industriales ante fenómenos meteorológicos extremos. Ahora, la CHJ y el resto de administraciones implicadas tienen la responsabilidad de ejecutar estos proyectos sin dilaciones. Si las intervenciones se llevan a cabo en los plazos establecidos, la provincia de Valencia podrá contar con un entorno empresarial más seguro y preparado para afrontar futuras crisis climáticas. No obstante, cualquier retraso en su implementación podría traducirse en un nuevo golpe para la economía regional, con consecuencias directas para miles de empresas y trabajadores.

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