Cuando era pequeña viví durante un tiempo en Gandía. Mi padre, acérrimo amante de los planes de montaña, nos cogía cada fin de semana y nos llevaba a descubrir el interior de nuestra terreta. Hubo momentos, aquellos años en los que el cambio climático no era una realidad tangible, y en los que todavía nevaba en el interior, en los que me llegó a sacar del colegio para ir a ver la nieve. Todavía conservo las fotos con mi uniforme de Las Colinas sujetando trozos de nieve cuajada. ¡Qué tiempos aquellos!
Otro de nuestros planes favoritos era ir a descubrir nuevos pueblecitos de la Comunitat y precisamente, la Vall de Gallinera era una de las zonas más cercanas. A apenas una hora en coche desde Gandía y hora y media de Valencia, se encuentra uno de los valles con más encanto del territorio. Tanto es así que desde el Ayuntamiento propusieron crear la 'Ruta de los ocho pueblos', un trayecto que recorriendo la CV-700 pasa por todos los pueblos que conforman el valle: Benirrama, Benialí, Benitaia, Benissivà, La Carrotxa, Alpatró, Llombai y Benissili, por los cuales discurre el río Gallinera y del que se pueden coger sus aguas de las numerosas fuentes que encontraremos en el camino.