VALÈNCIA. Las personas que residen en viviendas tuteladas de atención a la salud mental en la Comunitat Valenciana continúan sin recibir la vacuna contra la covid-19 porque la Conselleria de Sanidad no lo considera un grupo de riesgo, al sostener que no forman parte del grupo 1 de vacunación (residentes y personal sanitario y sociosanitario que trabaja en centros de mayores y de atención a grandes dependientes).
Los profesionales que los atienden en estas viviendas recibieron su primera dosis esta semana y volvieron a reclamar que se vacune antes a los enfermos mentales a los que atienden, como ya hicieron a finales de febrero cuando un grupo de trabajadores se negó a ponerse la vacuna en señal de protesta. Este jueves, los trabajadores del proyecto social Sennda decidieron vacunarse, excepto su director, David Taroncher, que comunicó a los responsables del centro de vacunación su decisión y su disconformidad por el caso omiso que ha hecho el departamento que dirige Ana Barceló a sus reivindicaciones desde hace dos meses.
"Como dijo la consellera, el capitán se vacuna el último", afirmó en declaraciones a Valencia Plaza. Según explicó, "una vivienda tutelada es un recurso residencial, como una residencia, pero se denomina así porque tiene menos de siete plazas". Allí atienden a personas vulnerables con enfermedad mental crónica o trastorno mental grave con diferentes grados de dependencia. "Se está vacunando a perfiles profesionales que no son personas vulnerables", lamentó, y recordó que los residentes en sus viviendas tienen un máximo de 65 años, por lo que podrían recibir la vacuna de AstraZeneca. "Son menos de 500 personas, no es verdad que falten vacunas, es un problema de gestión".
Al no estar incluidos en el grupo 1, los enfermos mentales en viviendas tuteladas no constan como colectivo en la Estrategia de Vacunación aprobado por el Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas, que va por su quinta actualización. Si no se corrige, estos enfermos se vacunarán cuando les toque por edad.
"Sale Errejón hablando de la salud mental en el Congreso y todos a tuitear, pero luego a nadie le importa . ¿Nos creemos lo de la salud mental o es solo un tuit y unas camisetas?", se pregunta Taroncher.