VALÈNCIA. La inflamación del Botànic ha descendido en los últimos días, especialmente en lo que se refiere a los dos principales socios enfrentados, PSPV y Compromís. La escalada de tensión entre estas dos formaciones, cuya relación se asemeja al recorrido de una montaña rusa, se ha detenido esta semana e incluso ha terminado por atravesar una inusual y de momento breve meseta.
Varias son las señales que han contribuido a este descenso de las hostilidades. Tal y como informó Valencia Plaza, el clima de malestar había alcanzado cotas muy importantes en los dos últimos meses, creando un escenario en el que empezaba a caber solo una ruptura o un nivel de discrepancia pública difícilmente sostenible. Sin embargo, la fiebre parece haber remitido en estos días, tras varias situaciones que, en otro momento, podrían haber prendido la mecha.