CASTELLÓ. La Comisión Europea no incluirá a la cerámica entre los sectores susceptibles de recibir ayudas estatales para compensar la emisión indirecta de dióxido de carbono, esto es, el CO2 generado, por ejemplo, para producir energía eléctrica y que después se utiliza para la fabricación de azulejos.
La patronal Ascer ha comunicado, tras recibir la comunicación de su homóloga europea Cerame-Unie, que, al contrario de lo que ocurre con la compensación de los costes directos en la generación de CO2, en su revisión quinquenal de las directrices de las ayudas de Estado de los derechos de emisión ETS (Emissions Trading System), cuya propuesta se ha conocido este martes día 15, Bruselas no ha incluido a la industria cerámica entre los sectores que pueden recibir ayudas.
Así, aunque es cierto que a día de hoy el azulejo es eminentemente intensivo en el consumo de gas (cubierto por las citadas ayudas a los costes directos), el veto para reducir los costes indirectos es un freno para su transición hacia energías más limpias, "en un sector totalmente comprometido con los objetivos de descarbonización", señala Cerame-Unie en un comunicado. Unos objetivos que por otra parte Bruselas ya ha propuesto endurecer y que suponen todo un reto para el sector, que ve cómo se le acaba el tiempo para encontrar otro modelo productivo con menos emisiones.