VALENCIA. El pleno del Consell aprobó este viernes el proyecto de la Ley de Identidad de Género, más conocida como Ley Trans. Una norma sobre la que el Consell Jurídic Consultiu (CJC) emitió un informe con 19 consideraciones generales y 10 carácter esencial, tres de las cuales el Consell no incluirá en el texto antes de su tramitación en Les Corts por no estar de acuerdo con esa parte del dictamen.
Desde que se planteara el anteproyecto, el objetivo principal ha sido regular el reconocimiento legal de la identidad y expresión de género de las personas transexuales. Esto es, la posibilidad de que una persona pueda autodeterminar su identidad de género en función de si se siente hombre o mujer, sin necesidad de someterse a ninguna prueba psicológica o médica que lo determinara. Con esto, la consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, avanzaba que el equipo de gobierno apostaba por la despatologización de la transexualidad por entender que no es "un trastorno, sino una expresión más de la diversidad humana".
No obstante, esta parece ser una condición que alguno de los artículos del dictamen del CJC no respeta, pues el órgano considera necesario que, con carácter previo a que, como dice la ley, "la Generalitat facilite a cada persona solicitante la documentación administrativa necesaria de acuerdo a su identidad manifestada" para evitar situaciones de sufrimiento discriminación, se realice un informe médico o psicológico para determinar la posible existencia de disforia de género, es decir, un examen que demuestre si existe disonancia entre el sexo morfológico y fisiológico.
Para Oltra, incluir esta consideración en la norma es "inaceptable", ya que seria una "contradicción insalvable" que, siendo el objetivo principal de la ley despatologizar la transexualidad, deba ser un médico el que realice un diagnóstico, pues lo que hacen estos profesionales "es acreditar patologías".