VALÈNCIA. El Consell del Botànic II formado por PSPV, Compromís y Unides Podem tiene entre sus tareas pendientes en esta legislatura presentar la Ley del Juego que quedó en un cajón por el adelanto electoral decretado por el socialista Ximo Puig. Una norma que todos los partidos consideraban urgente para frenar el auge de la ludopatía en la Comunitat Valenciana, especialmente entre los jóvenes, pero que el Gobierno valenciano ya lleva cuatro meses de retraso en presentarla a pesar de que su contenido está listo para trasladarse a Les Corts.
Mientras el Ejecutivo se decide, en concreto la Conselleria de Hacienda que dirige Vicent Soler que es quien debe trasladarla a un pleno del Consell el proyecto de ley, el grupo parlamentario Compromís presentó este lunes una proposición no de ley para que el Botànic realice toda una serie de acciones complementarias a las que ya prevé la ley para prevenir la adicción al juego.