VALÈNCIA. El Consell dio luz verde en el pleno extraordinario de este jueves al decreto que regulará el teletrabajo de los funcionarios en la Generalitat Valenciana, la norma que sustituirá a la aprobada en 2016 sobre la modalidad no presencial de trabajo de los empleados públicos valencianos. Lo hizo tras casi siete meses desde que la Conselleria de Función Pública, que dirige Gabriela Bravo, empezara la tramitación para modificar la normativa vigente con motivo del contexto pandémico.
Desde septiembre el departamento de Bravo venía trabajando en este texto, que la consellera había prometido para 2020, pero que se ha demorado hasta pasado el primer trimestre de 2021, incluso tras conocerse que la Comisión de Diálogo Social del Sector Público Instrumental había llegado a un acuerdo para organizar el teletrabajo en las empresas y organismos externos dependientes de la Generalitat. La negociación sindical, la introducción de modificaciones como las instadas por el Consell Jurídic Consultiu y las discrepancias con los socios de Gobierno, especialmente con Compromís, han provocado el retraso.
Así pues, según hizo público este jueves la portavoz del Consell, Mónica Oltra, el Ejecutivo valenciano ha aprobado el ansiado decreto, que incorpora procedimientos más flexibles para aprobar los programas de teletrabajo y se incluye la posibilidad de que un trabajador pueda pedir un programa personal de teletrabajo por razones de salud, de violencia de género o terrorista, de conciliación familiar o cuidados familiares por enfermedad. Además se incluye un nuevo apartado para las llamadas "situaciones de crisis" como la de la covid. La norma afectará también al personal laboral. Ahora bien, lo cierto es que las principales reivindicaciones planteadas por la coalición valencianista en febrero no se han acabado incluyendo en el texto regulador que entrará en vigor.