VALÈNCIA. El cálido abrazo de un ser querido, el “todo irá bien” mirando a los ojos, la mano a la que aferrarse… La pandemia ha complicado aún más el duelo y ratificado que la muerte es uno de los trances más complicados a los que se enfrenta el ser humano. Lo ha sido siempre pero ese aislamiento con el exterior, la prohibición de los velatorios y la reducción de los entierros para preservar la salud colectiva ha convertido la despedida en un trance aún más duro para los que se enfrentan a ese último adiós.
Una soledad que no se limita al momento de la despedida sino a todo el proceso de final de vida de una persona, que puede durar semanas o meses. Tanto es así que la crisis de la covid-19 ha visibilizado el abordaje de la muerte y la necesidad de un acompañamiento integral, humano y cálido de las personas que se encuentran al final de la vida pero también de su familia. Personas y familias que se enfrentan a un cáncer, a enfermedades raras, tienen esclerosis lateral amiotrófica (ELA)…
Carmen Del Barrio es una de las psicólogas que proporciona ese acompañamiento emocional a enfermos paliativos desde hace diez años pero sostiene que la pandemia ha complicado aún más ese trabajo “Son situaciones más intensas porque las familias no tienen elección, deben cuidar a sus familiares en casa porque los hospitales están colapsados. En estos meses hemos recibido muchas llamadas de familias que estaban desbordadas y no sabían cómo afrontar la situación. También es muy duro como han fallecido muchos de ellos: en soledad, los familiares sin poder hacer un funeral…”.
En frente tiene a Lucía Alonso Borso, que mira a Carmen con cariño, complicidad y agradecimiento. Su marido era un paciente oncológico en el hospital hasta que la covid-19 y su estado avanzado de la enfermedad llevaron al equipo médico de oncología a proponer que fuera ingresado en el domicilio. Fue al poco de comenzar la pandemia así que se vio sola con su hija de seis años y sin poder contar con su familia. En ese proceso Carmen del Barrio fue su guía o, como ella dice, “un gran apoyo porque sin su ayuda todo hubiera sido mucho más difícil”