MADRID (EFE).- USO ha cifrado en 150 los despidos que se producirán al finalizar el año cuando termine la concesión de las autopistas de peaje de Cambrils-Valencia y Valencia-Alicante de la AP-7, y Sevilla-Cádiz de la AP-4, según un comunicado remitido este jueves por el sindicato.
A pesar de que el Ministerio de Fomento ha garantizado los puestos de trabajo en las labores de mantenimiento, el sindicato ha detallado que no existe un plan para los trabajadores que atienden los puestos de peaje y las oficinas.
USO ha solicitado una reunión de mediación con Abertis, la empresa que gestiona la concesión de ambos tramos, para que "la reconversión del modelo se realice de una forma ordenada" y no penalice a los trabajadores, que son "el eslabón más débil" de la reestructuración del sector.
El responsable del sector de autopistas de USO, Juan Jesús Atienza, ha asegurado que se están escuchando "muchas ocurrencias" sobre el futuro de las autopistas, pero que a cuatro meses de que terminen las concesiones no hay un nuevo modelo alternativo que garantice el empleo.
USO además ha advertido que en agosto de 2021 finalizan más concesiones: la AP-7 entre Salou y La Jonquera; la AP-2 entre Zaragoza y El Vendrell; también la autopista de Mataró, Mongat-Palafolls, gestionado por la Generalitat.
Esta semana tanto el ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, como su homóloga en el Ministerio de Hacienda, María Jesús Montero, han puesto sobre la mesa el debate sobre cómo financiar el mantenimiento y la conservación de las vías de alta capacidad, aunque han dejado claro que el proceso aún no se ha iniciado.
Una de las opciones planteadas es la introducción de un posible pago "simbólico" por el uso de las autovías para asegurar su viabilidad, una medida calificada como beneficiosa por las constructoras, mientras que los transportistas y los consumidores han mostrado su rechazo. .