VALÈNCIA (EFE). La entrada del italiano UniCredit en el alemán Commerzbank con la compra del 9 % de su accionariado ha reavivado el debate sobre las fusiones transfronterizas en la banca europea, una posibilidad que el BCE vería con buenos ojos, pero que por el momento los actores implicados parecen descartar, aunque permitiría crear la entidad más grande de la eurozona.
Fue el pasado 11 de septiembre cuando UniCredit anunció mediante un comunicado su irrupción en el capital de Commerzbank con la compra del 9 % de los títulos, lo que le ha convertido en el segundo accionista de la compañía, por detrás del Estado alemán.
La entidad italiana aprovechó precisamente el deseo del Estado de reducir su participación en Commerzbank para comprarle el 4,49 %, generar unos ingresos al país de 720 millones de euros y dejarle con una participación del 12 %, que por el momento no piensa vender.
Desde entonces, todas las miradas apuntan a Fráncfort y Milán, ya que el consejero delegado de UniCredit, Andrea Orcel, no ha ocultado su deseo de ir aumentando su participación en la compañía o incluso comprarla, aunque por el momento haya descartado que vayan a lanzar una opa sobre la entidad alemana.
En cualquier caso, UniCredit va a presentar la solicitud al Banco Central Europeo (BCE) para subir su participación hasta el 29,9 %, con el objetivo de "tener la posibilidad de diálogo continuo" tanto con la institución como con las demás partes implicadas.
"Una fusión de ambos bancos podría conducir a un valor añadido significativo para todas las partes interesadas y crearía un competidor significativamente más fuerte en el mercado bancario alemán", afirmaba Orcel en una entrevista al diario alemán Handelsblatt al inicio de la semana.
Concretamente, la posible fusión entre ambos bancos crearía una entidad con una capitalización conjunta en bolsa de alrededor de 89.500 millones de euros, lo que la convertiría en la más grande de la Unión Europea (UE) y de la eurozona, por delante de BNP Paribas (82.230 millones) y Banco Santander (79.470 millones), según datos del mercado.
La compañía resultante tendría, además, 1,3 billones en activos, alcanzaría los 12.300 millones de beneficios anuales y facturaría 34.288 millones, según los cálculos de Goldman Sachs, que se basan en los resultados de ambas entidades en 2023.
De ellos, 550.000 millones de activos estarían en Alemania, donde alcanzaría una cartera de préstamos de 350.000 millones y de depósitos de 400.000 millones, recoge UBS, que considera que la cuota de UniCredit pasaría de entre el 20 y el 25 % en el país al 40 %.
Con todas las opciones en el aire, para lo que ya ha servido la entrada de UniCredit en Commerzbank es para reavivar los vientos de fusiones transfronterizas en Europa, una opción más que esperada por el BCE.
El propio vicepresidente de la institución, el español Luis de Guindos, afirmó este viernes en una entrevista con el semanario portugués Expresso que la consolidación transfronteriza "es importante" para mejorar la valoración de los bancos y la eficacia del sector, por lo que esperan "que siga avanzando a corto plazo".
En esta línea también se han manifestado desde el banco central alemán, el Bundesbank, después de que su presidente, Joachin Nagel, defendiera la necesidad de crear instituciones competitivas en el caso de posibles fusiones entre bancos.
Para ayudar a que se produzcan estos acuerdos transfronterizos, tanto el BCE como el sector bancario han demandado en numerosas ocasiones la necesidad de avanzar en la Unión Bancaria Europea, con la creación de un fondo de garantía de depósitos únicos que acompañe al mecanismo único de supervisión y al mecanismo único de resolución.
Mientras eso ocurre, la llegada de UniCredit cuenta con el rechazo del sindicato Verdi y del comité de empresa del Commerzbank, que pidieron el viernes de manera conjunta al Gobierno federal que evite una posible adquisición y que no renuncie a más acciones de la compañía.
Desde el Ejecutivo también han tomado medidas y no venderán por el momento ninguna acción adicional al 4,49 % adquirido por UniCredit, ya que la estrategia del banco "se orienta hacia la independencia" y el Gobierno federal "lo acompañará hasta nuevo aviso".