Foto VICENTE BOLUFERBENISSA. Unas 200 personas -entre 200 y 300 según la organización- han desafíado la gélida tarde este 19 de noviembre para expresar su rechazo al proyecto urbanístico que la empresa Benissa Nature pretende alzar en la denominada zona de la Llobella, uno de los pocos tramos de litoral virgen que se mantienen en la costa de Benissa. Sobre esa zona, que está calificada como urbana, la empresa y el ayuntamiento ultima un convenio para construir un hotel y 9 villas de lujo a cambio de que las zonas verdes pasen a ser propiedad municipal y se prolongue el paseo ecológico litoral.
Al grito de La Llobella no se vende, los manifestantes ha concluido su marcha en la plaza Rey Jaume I, donde Lídia Santacreu, del colectivo Les 9 Muses, ha leído un manifiesto, en el que ha reclamado que el convenio urbanístico no se apruebe y que ha alertado que si se aprueba acabará con uno de los rincones verdes del litoral benissero. ·Por mucha arquitectura responsable que se quiera hacer -como prentende el proyecto- siempre será mejor no arrasar con el bosque sobre el que se alzará", ha reclamado. "No cambiemos bloques por bosques", ha añadido. En el manifiesto, también se ha puesto de manifiesta el anárquico entramado urbanístico que tiene la zona costera de Benissa, en algunos casos, con calles sin salida y con muchas viviendas sin servicio de alcantarillado. Por todo ello, los manifiestan han insistido en oponerse al proyecto bajo el lema La Llobella no se vende.
Entre los manifestantes, se encontraba los concejales de Reiniciem y Compromís, así como los diputados Gerard Fullana y Josep Nadal, de la coalición valencianista.
