EL PP FÍA SUS PRÓXIMOS ÉXITOS ELECTORALES AL LLENAZO DEL COSO VALENCIANO

Una plaza para gobernarlos a todos

2/10/2021 - 

VALÈNCIA. El PP clausura durante este fin de semana en València su convención nacional, uno de los actos más relevantes marcado en el calendario desde hace meses. La cita cuenta con importantes lecturas a nivel nacional, pero también a nivel autonómico. De un lado, pretende reforzar a Pablo Casado con un cierre de filas pese a todo el ruido interno, especialmente por el enfrentamiento con Isabel Díaz Ayuso por el control de Madrid. También servirá para rearmar ideológicamente al partido con lo que serán las principales líneas de cara a las próximas elecciones en plena batalla por liderar la derecha y con el mensaje de ensanchar su base.

En el caso de la Comunitat Valenciana, la clave, por su significado, es la puesta en escena. Los populares quieren alcanzar una imagen lo más cercana posible a la de sus momentos de gloria con las victorias electorales antes de perder casi todo el poder institucional en 2015. El marco elegido para el cierre de la convención el domingo, la Plaza de Toros, es el continente y el contenido. Lugar emblemático por excelencia para la exhibición de músculo como en esa época dorada, el partido siempre la ha tenido como una especie de talismán y de medidor para el lanzamiento de sus presidentes nacionales al Gobierno central. 

La eterna frase de que la llegada a la Moncloa pasa por llenarla se cumplió con José María Aznar y con Mariano Rajoy. Ahora el objetivo es que ocurra con Casado. El territorio era entonces uno de los principales graneros de votos del PP. Y, aunque nunca ha dejado de ser sustancial, llegaron las horas bajas. Los casos de corrupción, la caída en picado en apoyos y que se dejara de gobernar en la Generalitat y el Ayuntamiento de València provocaron que la formación no sólo temiera un vacío de la plaza en sus mítines, sino que incluso apareciera la vergüenza.

 Lleno de la Plaza de Toros en 2011.

   

Esas imágenes de los años de vino y rosas con protagonistas que luego han estado inmersos en multitud de procedimientos judiciales hicieron que la reacción fuera la de pasar página en todos los sentidos. El PPCV se escondió. El ambiente se endureció. El peor momento interno con la muerte de Rita Barberá todavía lo agravó más. Huyó de grandes escenarios y optó por lugares más pequeños, sin importantes despliegues. Solo lo justo. 

No hace tanto que los populares comenzaron a levantar cabeza. Durante la última fase de la presidencia de Isabel Bonig se frenó la sangría y se inició la recuperación. Las encuestas empezaron a ofrecer algo de luz y el ambiente ha cambiado. Se percibe en los actos más recientes y en las declaraciones públicas. La sensación de vergüenza parece que ha pasado y el mejor ejemplo es el regreso a la Plaza de Toros. 

El líder del PPCV, Carlos Mazón, quiere ser el encargado de dar el empujón a una nueva etapa de un partido que haya superado los complejos y de lograr el llenazo. Bien es cierto que, en esta ocasión, el contexto sanitario facilitará que se trate de lo permitido. El aforo tendrá que ser del 75%, por lo que podrán meter a 9.000 personas en lugar de 12.000. Sin embargo, el convencimiento de asistencia es pleno aunque hubiera que llegar al 100%. La organización ha fletado autobuses y agrupaciones de toda España han sido movilizadas. También, y especialmente, las estructuras provinciales y locales de la Comunitat.  

Dirigentes del PPCV, junto a miembros de NNGG.

Los populares la perciben como la autonomía en la que más batalla creen que han de dar actualmente para desbancar a Pedro Sánchez con la recuperación de un feudo histórico. A lo que se une el convencimiento de que puede haber adelanto electoral, razón por la que los dirigentes regionales llevan una estrategia de campaña permanente. De ahí el espaldarazo que recibirán tanto Carlos Mazón como la portavoz en el Ayuntamiento de València, María José Catalá, el domingo. Ambos intervendrán en el mitin central de la plaza junto al canciller austríaco, Sebastian Kurz, y el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis. Casado clausurará.

Los asistentes también resultarán de importancia. El expresidente de la Generalitat Francisco Camps ha comunicado que acudirá. Pero a nivel de escenificación uno de los desembarcos más anunciados son los de varios excargos de Ciudadanos. Entre ellos, el exsenador alicantino Emilio Argüeso; el exresponsable de Organización Fran Hervías, hombre fuerte de Albert Rivera; la senadora navarra Ruth Goñi; o los diputados autonómicos no adscritos Jesús Salmerón, Sunsi Sanchis, Jose Antonio Martínez y Cristina Gabarda. Se espera, igualmente, la presencia de Toni Cantó.  

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