MADRID. En este primer semestre del año, se han cumplido las previsiones de un escenario de recesión en Europa derivado del peso de Alemania, país que se ha visto afectado por la situación que vive el sector manufacturero, y que no se ha podido contrarrestar con el crecimiento económico visto en países con economías más sesgadas al sector servicios. De cara a un segundo semestre donde anticipamos un claro estancamiento económico, apostamos por la calidad con independencia del activo en el que invirtamos. Y es que el entorno de tipos más alto en el que nos movemos, unido a una mayor restricción en las condiciones de financiación hace que vayan a ser los nombres con mayor solidez en sus cuentas y mejor calidad crediticia los que experimentarán una menor volatilidad y un mejor comportamiento relativo.
Por otro lado, a pesar de la mejora en la evolución de los precios, lo cierto es que la inflación subyacente se mantiene en niveles por encima de lo deseable y es lo que está condicionando el discurso de los bancos centrales, con una política monetaria tensionadora que llega a su fin, pero que todavía va a dar sus últimos coletazos a lo largo de los meses de verano y que inevitablemente va a condicionar la evolución de los mercados financieros.
De esta manera, el tensionamiento que llevamos viendo desde hace meses en los tramos monetarias se mantiene a día de hoy en todas las curvas europeas, lo que supone una oportunidad única para los inversores de perfil conservador. A modo de ejemplo, la inversión en Letras españolas a plazos hasta 12 meses está proporcionando rentabilidades que se sitúan por encima del 3,50%. Niveles similares a los que estamos observando en Letras como la francesa, la italiana o incluso la alemana.
Este tensionamiento debería ser temporal, y en la medida que de cara a la última parte del año los bancos centrales suavicen su discurso, esta parte más corta de la curva experimentará una considerable relajación lo que permitirá que veamos importantes ganancias en precio.
Aprovecharse de esta gran oportunidad que hoy nos ofrece la deuda pública es muy fácil y accesible para cualquier partícipe vía fondos de inversión. Este vehículo, da acceso a una cesta de diversificada de letras y bonos de diferentes países, que, al conocerse con certeza la fecha de vencimiento de las posiciones en cartera, permite estimar la rentabilidad final que obtendrá el partícipe si espera al vencimiento.
Además, acceder al mercado de deuda vía fondos de inversión reúne otra serie de ventajas muy interesantes para los inversores. Por un lado, es un vehículo eficiente fiscalmente, ya que no pagaremos por las plusvalías que generemos hasta que no decidamos reembolsar el capital invertido, de esta forma el partícipe decide cuando desea aflorar esas ganancias, pudiendo diferir el impacto fiscal en IRPF. Por otro lado, si llegado el momento de vencimiento de la estrategia, existen oportunidades de inversión en otros tramos de las curvas o en otros activos, podremos beneficiarnos de traspasar nuestro capital a otros fondos de inversión que tengan mejores perspectivas para seguir aumentando nuestra rentabilidad.
Cristina Gavín es responsable de Renta Fija de Ibercaja Gestión