MADRID (Europa Press). El piloto español Fernando Alonso no pudo tener un positivo primer día de test oficial en el Indianapolis Motor Speedway para comenzar a preparar ya el asalto el 26 de mayo a las 500 Millas de Indianápolis por culpa de un problema eléctrico en su coche y una jornada lluviosa.
El McLaren Chevrolet del asturiano, que volvía al óvalo donde en 2017 estuvo peleando por el triunfo hasta una inoportuna avería, sufrió el percance durante su vuelta de instalación y no pudo completar de modo satisfactorio ninguna de las dos fases de la sesión.
Entre este problema y la lluvia que alteró todo el día, el bicampeón del mundo de Fórmula 1 sólo pudo dar un total de 29 vueltas, firmando un mejor tiempo de 41.1542 a 218.690 millas por hora, a 1,3 segundos de Colton Herta, el mejor de los nueve que participaron en este entrenamiento reservado para los pilotos novatos o que sólo competirán en esta prueba de la Indy Car. Por su parte, el mejor registro de los veteranos fue para el japonés Takuma Sato, ganador de la prueba en 2017, con 39.6488.
Pero pese a todo, el español no mostró demasiada preocupación. "Esto era más o menos esperado porque era un chasis completamente nuevo y un coche nuevo. Esperamos ir lentamente, paso a paso, con tandas cortas al principio y es lo que hicimos", admitió.
"Si probablemente hubiéramos podido hacer las vueltas de instalación al mediodía, tal vez hubiésemos descubierto estos problemas y entonces tienes horas para trabajar en el coche y prepararte para la tarde, pero el tiempo lo retrasa todo. Haces la vuelta a las 17:30 y ya no hay espacio para volver a la pista a tiempo", añadió el ovetense.
Alonso, feliz de volver a sentir "la magia" del óvalo estadounidense, remarcó que "desafortunadamente, el tiempo no fue lo suficientemente estable" para completar el trabajo. "Al final, no fueron suficientes vueltas ni suficiente tiempo en el coche para tener la sensación adecuada".
"Estoy feliz de volver aquí porque este lugar es genial. Ahora vuelvo como campeón mundial de Fórmula Uno y también como campeón de las 24 Horas de Le Mans y de las 25 Horas de Daytona", advirtió sonriente sobre la diferencia con su debut de hace dos años.
Además, en comparación con 2017, cree que "el desafío es más grande" porque entonces contó con la experiencia de la infraestructura de Mario Andretti. "Creo que tenemos que hacerlo todo por nosotros mismos, no solo en términos de configuración, también en el aspecto técnico, en la estrategia o la gestión de los neumáticos, cosas básicas que estaban listos con Andretti", confesó.
"Aunque también podría ser una recompensa más grande. Con Andretti, solo seguimos lo que sabíamos que estaba funcionando y, en cierto modo, era más fácil, pero tal vez ahora podamos descubrir cosas nuevas. Esas son nuestras esperanzas", sentenció Alonso.