ALICANTE. La Universidad de Alicante se prepara para equiparse con un nuevo equipo de espectroscopia infrarroja de transmisión por transformada de Fourier. Para ello han abierto un proceso de licitación de suministro, instalación y puesta en marcha del servicio. El presupuesto de licitación es de algo más de 26.000 euros. El contrato está condicionado a los fondos Next Generation.
En la Comunitat Valenciana se concedieron de forma directa tres subvenciones para la ejecución durante tres años de los programas de I+D+I: Agroalimentación; Astrofísica y Física de Altas Energías; y Materiales Avanzados. También, previamente, efectuó tres convocatorias de expresiones de interés para identificar en el sistema valenciano de I+D+i grupos y líneas de investigación. Se tomaban en consideración las solicitudes presentadas para proyectos de investigación alineados con agroalimentación (Agroalnext), de tecnologías avanzadas para la exploración del universo y sus componentes; y de materiales con funcionalidades avanzadas para la nueva transformación tecnológica, en la que se enmarca la presente licitación.
La solicitud del equipo de espectroscopia infrarroja se enmarca en un proyecto basado en el desarrollo de materiales zeolíticos bidimensionales para aplicaciones energéticas. Durante el proyecto se van a aplicar diferentes métodos de síntesis y postsíntesis donde la técnica de infrarrojos va a jugar un papel crucial para "identificar y cuantificar la naturaleza y fortaleza de los centros ácidos (o centros catalíticos) presentes en los materiales".
El conocimiento de las propiedades de estos centros, a medida que se les aplican diferentes tratamientos, ayudará al diseño de materiales concretos, específicos y con propiedades catalíticas diseñadas para una aplicación en concreto.
El nuevo equipo que instalará la UA pasa por que "los centros activos de las zeolitas, ampliamente utilizadas en catálisis, son denominados centros ácidos de Bronsted y se forman tras la sustitución isomórfica de un átomo de silicio de la red zeolítica por un átomo de aluminio requiriéndose la presencia de un átomo de hidrógeno para mantener la electroneutralidad del material. Esto hace que la caracterización de estos centros (en cuanto a su distribución y fortaleza) sea de gran importancia para entender las propiedades catalíticas del material. La espectroscopía infrarroja es de gran utilidad para determinar tanto la cantidad, fortaleza o la naturaleza (Bronsted o Lewis) de dichos centros por lo que se considera necesaria la compra del equipo ya mencionado".