ALICANTE. Turisme Comunitat Valenciana adopta las primeras medidas de penalización por el retraso en la construcción y montaje de la nueva oficina de información turística de Alicante, adjudicada a la empresa Pramoram. El departamento autonómico que coordina Francesc Colomer acaba de acordar la imposición de una sanción de 264,88 euros por cada día de retraso en la finalización de los trabajos hasta que se produzca la entrega del edificio. La multa comenzará a surtir efecto desde el momento en el que la empresa reciba la notificación sobre el inicio del proceso sancionador (algo que pudo suceder este jueves o podría producirse este mismo viernes).
Como viene informando Alicante Plaza, la oficina debió entrar en funcionamiento en Semana Santa de este año, en la Plaza de Levante del Puerto de Alicante, junto a La Explanada, después de que el inicio de su montaje sufriese varias demoras. Entre otros motivos, por la disparidad de criterios sobre si necesitaba licencia municipal (en función de si su estructura resultaba desmontable o no), y por la concurrencia de incidencias metereológicas. Turisme ha llegado a conceder hasta dos prórrogas distintas a petición de Pramoram, pero ha denegado una tercera al considerar que no estaba justificada. Además, en julio también anunció la imposición de penalizaciones por el retraso en su ejecución. Sin embargo, no había obtenido el respaldo técnico y jurídico para poder iniciar ese expediente sancionador hasta ahora.
EL DEPARTAMENTO AUTONÓMICO NO CONTEMPLA TODAVÍA UNA POSIBLE RESCISIÓN DEL CONTRATO PORQUE NO HA HABIDO ABANDONO DE LA OBRA
En paralelo, Turisme ha rechazado un pago extra de 133.000 euros (el 25% del coste de adjudicación) reclamado por la empresa. Pramoram justificaba la petición con el argumento de que se había visto forzada a emplear materiales más caros de los previstos inicialmente. El departamento autonómico desestimó esa petición, puesto que ese cambio de materiales se había realizado sin autorización previa, a iniciativa de la propia empresa.
Eso sí, según fuentes de Turisme, hasta el momento se ha venido pagando todos los trabajos ejecutados conforme al proyecto que se han venido certificando por parte de los técnicos a cargo de la dirección del contrato. En esta línea, las mismas fuentes señalaron que, a partir de las visitas periódicas que se realizan al desarrollo del montaje, no se ha advertido la existencia de un incumplimiento que pudiese motivar la rescisión del contrato. En concreto, porque no se ha producido un abandono de la obra, ya que al menos algunos de los operarios de la empresa siguen trabajando en ella. Pramoram tampoco ha transmitido que esté dispuesta a renunciar a su ejecución, según las mismas fuentes.