Francisco Irazusta, presidente ejecutivo. Foto: TUBOS REUNIDOSVALÈNCIA. Hablar de Tubos Reunidos (TRG) es hacerlo del valor más en forma de la bolsa española y poco conocido entre los inversores, pese a que debutó en el Mercado Continuo en julio de 2005. Esta cotizada alavesa vio la luz en 1982 como cabecera de un grupo compuesto por una docena de compañías presentes en distintos sectores de actividad, tal y como lo recoge su ficha en Bolsas y Mercados Españoles (BME). Su negocio principal es la fabricación de tubos sin soldadura que la ha convertido en un referente mundial; mientras se ha marcado en el año 2050 para conseguir las cero emisiones netas en su compromiso con la sostenibilidad.
El pasado viernes cerró en los 0,790 euros (-0,38%) encadenando así la sexta caída consecutiva, lo que redujo su capitalización bursátil hasta los 138 millones de euros. Un valor propio de una 'small cap' -o 'chicharro' para muchos- y en este sentido, la cotizada vasca forma parte del Ibex Small Cap. O lo que es lo mismo: las 30 cotizadas más representativas de baja capitalización de la renta variable doméstica.
Sin embargo, TRG puede presumir de presentar la mayor revalorización este año de entre las 130 compañías que dan vida al Mercado Continuo. La firma presidida y dirigida por Francisco Irazusta desde hace casi tres años, cuando tomó el relevo de Jorge Gabiola, se dispara un 221,14% en 2023 tomando el cierre del viernes 14 de abril. Por detrás le siguen a una distancia considerable Airtificial (+75,70%) y Audax Renovables (+53,97%), que completan el podio.
Un 'subidón' que llegó a ser de casi un 300% el pasado 13 de marzo al despedir dicha sesión en los 0,9750 euros, tal y como se observa en el gráfico de YahooFinance. Además, a lo largo de dicha jornada llegó a quitarse por momentos de encima la etiqueta de 'penny stock' -valor que cotiza por debajo del euro- al tocar los 1,050 euros. El día de antes había hecho lo propio con los 1,066 euros y en ambos casos fueron máximos desde primeros de septiembre de 2017
Pinchar aquí para ver el gráfico más grande. Fuente: YahooFinance
Cuanto menos TRG, cuyo principal accionista es BBVA con el 14,76% del capital, ha logrado recuperar la senda alcista perdida el pasado año (-12,14%) después de repuntar en los tres ejercicio precedentes: un 37,25% en 2021, un 6,25% en 2020 y un 34,27% en 2019. Además, y como dato a tener en cuenta, el explosivo comportamiento de este 2023 viene acompañado por un incremento del volumen de contratación, que ha elevado su media diaria anual hasta 338.641 títulos, según datos de Infobolsa. Rara es la sesión que intercambia de manos menos de un millón de acciones como sucedió el pasado viernes (984.303), mientras que para encontrar la anterior habría que remontarse al 24 de febrero del ejercicio en curso con 362.367.
Sin bajistas en su capital con nombre y apellidos, tal y como lo ha constatado este diario del site de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ¿qué hay detrás de la fortísima revalorización de TRG? "Es una conjunción de varios factores sobre un valor cuyo precio se presta a la especulación, pero principalmente considero que son dos: por un lado, el retorno a los beneficios después de varios años con 'números rojos'; y, por otro, su menor dependencia del mercado americano donde le penalizan los altos aranceles", explican desde una mesa de contratación de bolsa madrileña consultada por Valencia Plaza.
"Si supera sus últimos máximos intradía cosechados a mitad de marzo (1,066 euros) tendrá la puerta abierta a seguir subiendo por encima de los 1,30 euros. Sin embargo, reitero que se trata de un valor muy dado a la especulación y no es la primera vez -ni será la última- que veamos fuertes movimientos al alza de una compañía que en los últimos años ha atravesado por problemas, que se han traducido en despidos e incluso tuvo que ser 'rescatada' por el Estado", añaden. Y no les falta razón porque en julio de 2021 recibió un préstamo participativo de 112,8 millones de euros del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas afectadas por la pandemia de la covid-19.
TRG cerró el pasado año con un beneficio de 43,5 millones de euros frente a las pérdidas de 64,7 millones en 2022, tal y como informó al mercado el 28 de febrero y desde ahí desplegó su potencial alcista en bolsa. No en vano fue el mejor resultado de la cotizada vasca desde 2008, confirmando así su recuperación y el cumplimiento de su actual plan estratégico.
Además, duplicó su cifra de negocios hasta los 514 millones con una cartera de pedidos valorada en 303 millones, un 71% más que al inicio de 2022. Por si fuera poco, el Ebitda del grupo ascendió a 64 millones, incrementando en 115 millones el obtenido en 2021; mientras que generó un flujo de caja neto de 18 millones de euros, cerrando el ejercicio con 95 millones de euros en caja y reduciendo su deuda neta.
La evolución de 2022 permite "encarar el año 2023 con confianza debido a su cartera de pedidos y los signos favorables del mercado desde el punto de vista de la demanda, con el reto de gestionar la incertidumbre y posible volatilidad en los costes", aseguraba TRG en una nota en la presentación de sus últimas cuentas. Para el presidente de la compañía, Francisco Irazusta, el resultado neto positivo de 43,5 millones de euros es "un hito muy importante que nos permite afrontar las inversiones previstas en el plan estratégico, así como todos los compromisos con los acreedores".
Por otro lado, la variación de gastos de personal se vio afectada por la inclusión en 2021 de gastos asociados a las iniciativas estratégicas lanzadas dentro del plan estratégico y por los menores gastos derivados de los Expedientes Temporales de Regulación de Empleo (ERTE), que afectaron a parte de la plantilla el año pasado. Sin dicho efecto, se produjo un aumento del coste de personal como consecuencia del mayor nivel de actividad productiva, de la reactivación de la fábrica de Estados Unidos y de la actualización de salarios por el impacto del IPC.
La necesidad de impulsar la transición ecológica en aras de una economía sostenible se presenta como una oportunidad para TRG, según explicó la empresa en dicha nota de prensa. Además de tratarse de una industria clave en la conducción de energía, el grupo se encuentra abriendo nuevas líneas de desarrollo tanto para la mejora de procesos como para las nuevas aplicaciones relacionadas con las energías limpias, y en particular con la cadena de valor del hidrógeno, áreas donde se espera ir aumentando la cartera de ventas a futuro.
