Semana intensa y trágica para Cs en la Comunitat, y especialmente en Alicante. Tres diputados provinciales se han dado de baja en el partido sin entregar acto seguido sus actas: son Javier Gutiérrez y Julia Parra en la Diputación alicantina, y Juan Córdoba en la de Valéncia. Transfuguismo de manual. Los tres concurrieron en sus respectivos municipios (Xixona, Sant Joan, Paterna) en listas cerradas bajo las siglas de Cs: ahora ya no representan a nadie si aplicamos la ley de la lógica, el pacto nacional anti-transfuguismo, que no ha servido de nada, y, fundamental, el reglamento orgánicos de las diputaciones citadas. Lo de Alicante es más gordo en tanto en cuanto los ya ex-militantes naranjas conforman la mayoría absoluta y forman parte del equipo de Gobierno.
De toda esta triste historia, lo más triste de todo ha sido la reacción del PP, y más en concreto del presidente de la Diputación de Alicante Carlos Mazón, aspirante a la Presidencia de la Generalitat. Una defensa cerrada, casi ovación, de Gutiérrez y Parra quienes seguirán al frente de sus áreas aunque sin sueldo institucional. Es que no es ese el meollo de la cuestión: no se discute si lo han hecho bien o mal, o regular. No. Tampoco se discute la campaña de persecución, argumentan, a la que estaban sometidos por parte de la líder regional del Cs y candidata a la Generalitat Mamen Peris. Ni está en discusión la estrategia de Peris que según ellos se ha convertido en brazo tonto del Botánic, y especialmente de Ximo Puig, con el fin, dicen, de que tras los comicios de mayo se acuerden de ella y le toque una canonjía a la manera de Carolina Punset. Ni está en discusión las intenciones de Peris de expulsar a Gutiérrez por haber cambiado de aliados en su ayuntamiento, Xixona, donde gobernaban PSOE y Cs en coalición. “Me voy antes de que me echen”. No: primero te echan, y luego decides si te quedas (otra variante de transfuguismo) o te vas (que no se hubiera ido). Si es que queda de mandato dos telediarios...tampoco es argumento. No.
Tremenda tormenta que ha hecho tambalear al grupo de Cs en Les Corts, predispuesto como estaba a pactar la renovación de los órganos consultivos de la Generalitat (con la Sindicatura de Cuentas al frente). Bueno, lo que queda del grupo: 13 diputados de los 18 iniciales que salieron tras los comicios de 2019; otros cinco tránsfugas.
En boca cerrada no entran moscas: pero Mazón, hombre sensato y centrado, ha suplido la discreción y la cautela por abrir la boca como cuando bosteza un hipopótamo. Él y su vicepresidenta Ana Serna quien ha denunciado una oscuro plan de Puig y compañía para desestabilizar la Diputación, disparando también contra Peris por haberse entregado al catalanismo y a la extrema izquierda [sic], “a la deriva bolchevique” según el citado Juan Córdoba, echando mano de la retórica de Vox. Puede estar contento uno de los urdidores de esta estrategia: Emilio Argüeso. Doblemente contento porque Mazón le ha comprado tan ricamente los argumentos. Mamen Peris, Rosa de Luxemburgo. La Comunidad Valenciana, la República de Weimar. Estoy harto de las hipérboles que ya no hacen ni pizca de gracia; y como yo, supongo que miles de ciudadanos. También estoy saturado de escribir, también hablar, de lo obvio: el cargo público que abandona el partido por el que fue elegido en lista cerrada es un tránsfuga. Todo lo contrario de lo que hizo Paco Sánchez en Elda hace unas semanas: se dio de baja en Cs, renunció a su acta de concejal (aunque acto seguido el PP lo presentó como candidato a la Alcaldía, en combate directo con el socialista Rubén Alfaro, y creando un monumental cisma en el PP local). Y es a lo que aspiran Julia Parra (edil en Sant Joan junto con su esposo Santiago Román, con pretensiones de “alcaldable” del PP) y Javier Gutiérrez (Xixona). Casi todos esperan sus premios, incluidos decenas y decenas de concejales: ¿Cabrán todos en las listas del PP, en las gerencias comarcales de la Diputación (desarrollo local, basuras), en el SUMA, en los consorcios de bomberos, en el Patronato Provincial de Turismo....o aunque sea en un puesto interino de conserje de cualquier municipio, institución o centro cultural?
Mucha legión de arrepentidos de Cs aspirantes a seguir viviendo del erario, es decir, del cuento. Poca o ninguna perspectiva laboral de buena parte de esa pequeña legión a diferencia, señora Ana Serna, del edil crevillentino Josep Candela, que tiene su puesto de profesor de instituto. Algo es algo. Y en esa legión están varios regidores del Ayuntamiento de Alicante que no saben si cruzar la frontera o no. La ilicitana Eva Crisol se ha instalado en el limbo de la incertidumbre: anunció hace tres semanas que se iba, pero no se va. O lo mismo se está yendo mientras escribo estas líneas. Se ve que está viendo con el Sepes si tiene derecho a prestación. En fin.