LLEIDA. Exultante, feliz, contento, orgulloso, satisfecho... y así se puede seguir casi infinitamente para definir el estadio de ánimo de Rubén Torrecilla, el técnico del Hércules, tras la victoria de su equipo sobre el Lleida y la consecución del consiguiente campeonato de invierno. Lo hacía sin restar un mérito a los suyos, elogiando al que había sido su rival y, eso sí, recordando que no hay nada decidido aún, que queda mucho todavía.
Así, el entrenador placentino ponía el acento en la "actitud, compromiso e intensidad" de la que habían hecho gala sus jugadores para ganar "en un campo muy complicado, donde no lo había hecho nadie": "Ha sido un partido entre dos equipos de mucho nivel, de superior de categoría [...] Habíamos estudiado al Lleida, hemos defendido muy bien y estado correctos en ataque", apuntaba antes de reconocer que los suyos no habían tenido el protagonismo con el balón que acostumbran, pero porque se medían "a un gran equipo" capacitado "para pelear por todo [...] que tiene jugadores que te presionan bien y no es fácil".