BENIDORM (EFE).- El alcalde de Benidorm, Toni Pérez, ha asegurado que esta Semana Santa será "una buena piedra de toque" para analizar cómo se presenta el verano en el destino de 'sol y playa' por excelencia del panorama nacional y ha afirmado que "cualquier otro lugar con nuestros números actuales ya habría colgado el cartel de completo hace muchas semanas".
Pérez, en una entrevista a EFE, explica que si la climatología, los precios del combustible y la cesta de la compra lo permiten, Benidorm "arrasará en cuanto a números", aunque no sabe aún hasta qué punto y si ese porcentaje de ocupación será suficiente para "acercarse al número óptimo para nosotros".
El alcalde popular, de hecho preside el PP en la provincia de Alicante, resalta que pese a superar ya el 70 % de ocupación en los últimos fines de semana, "todavía nos queda espacio, porque somos un gran destino desestacionalizado", a la par que sostiene que "Benidorm modula en febrero y marzo unos números que otros sólo hacen en julio y agosto".
Así, recuerda que el año 2019, el anterior a la pandemia, Benidorm "tuvo unos números absolutamente extraordinarios" y destaca que el 2020 iba a ser "un grandísimo año", como lo demuestra que "la ciudad 'cerró' el 14 de marzo con una ocupación que superaba el 80 % con toda la planta hotelera abierta".
"Son números a los que nos hemos ido acercando en algunos momentos del 2021, sobre todo en verano, pero aún tenemos que trabajar para una mayor apertura de la planta hotelera y para tener más porcentaje de camas ocupadas", señala el regidor.
En números de Hosbec, la patronal hotelera de la Comunitat Valenciana, Benidorm tiene abierto 88 hoteles -asociados a Hosbec- y, en ellos, hay un total de 14.181 habitaciones, lo que supone que hasta 30.000 turistas puedan hospedarse en estos alojamientos diariamente.
Si Benidorm se puede dividir en dos, por una parte la playa de Poniente, con un turismo más nacional, y por otra, la playa de Levante, con un turismo más internacional -sobre todo británico-, los números lo vuelven a corroborar una vez más, puesto que el turismo nacional y el internacional están a la par, con un porcentaje del 50 % para cada uno.
Con la pandemia "relegada a un segundo plano", el regidor benidormí expone que se ha recuperado "gran parte del turismo foráneo, especialmente británico", con novedades como el posicionamiento de la localidad en el mercado belga y francés, "que por momentos superaron por mucho al mercado británico".
No obstante, concluye que, tradicionalmente, en la Semana Santa conviven esas dos partes del mercado: "Un turismo nacional muy potente que ahora ya tenemos con regularidad desde hace meses y un turismo internacional del que ya hay disponibilidad y que ya está arrojando muy buenas cifras".
Pérez ha apuntado que "la galopante inflación afecta a toda la cadena de valor" y que lo más preocupante para Benidorm son los desplazamientos en vehículo propio, los cuales "se pueden resentir en Semana Santa, cuando fueron una gran nota a resaltar" en el verano del 2021.
No obstante, subraya que más allá de hoteles, el municipio "trabaja muy bien en todo el sector alojativo", puesto que se han incrementado paulatinamente las plazas de hostales y también de campings: "Habrá que ver si la demanda va en consonancia con la oferta", concluye.
La secretaria general de Hosbec, Nuria Montes, asegura que la Semana Santa "va a ser una de las primeras grandes citas" en los dos últimos años y que las expectativas son positivas, puesto que el nivel de reservas "ya es más que aceptable" y "parecido a cualquier Semana Santa anterior a la pandemia" y añade: "Si nos acompaña el tiempo, hará que se activen las reservas de ultima hora".
Así, Montes prevé superar el 80 % de ocupación "en muchos puntos de la Comunitat", así como que la diferencia entre el 80 y el 90 % la marcará la reserva de última hora, para la que muchos confirman o anulan "mirando las previsiones del tiempo".
Explica que esos porcentajes llegarán por "el empuje fuerte de los mercados europeos", ya que coincide con Pérez en que la cuota de mercado internacional tradicional suele estar en el 50 %, por lo que si el viajero foráneo se mueve en esos números, "podremos estar en una Semana Santa que nos recuerde a una Semana Santa anterior a la pandemia".
Concluye que, además, la planta hotelera abierta está muy cerca del 100 % y que "lo que quedará cerrado será algún hotel muy concreto que haya aprovechado la pandemia para reformarse", por lo que esta Semana Santa, pese al "encarecimiento brutal de los costes" que "nos afectará como empresarios, pero también a los clientes", estaremos en "una realidad postpandémica".