MADRID. La semana pasada el dólar pasó dificultades en un trading apagado, pues el repunte de los precios de las materias primas y la mejora de la confianza de los inversores hicieron que las principales tendencias de 2023 siguieran dirigiendo los mercados: un dólar débil y un comportamiento especialmente fuerte de las divisas de las materias primas. Las monedas latinoamericanas siguen destacando; y en el otro extremo tenemos a la lira turca, que cae en espiral semana tras semana conforme los mercados van perdiendo la paciencia con las extrañas propuestas fiscales y monetarias de Erdogan.
En cuanto a las reuniones de esta semana, los mercados estiman que existe un tercio de probabilidades de que la FED suba los tipos el miércoles. Sin embargo, la publicación del importante informe sobre la inflación de mayo el día anterior hará que algunos miembros del FOMC no decidan su voto hasta el mismo día de la reunión. La decisión del BCE es más fácil de predecir, ya que los mercados y los expertos esperan una subida de 25 puntos básicos; la clave estará en las nuevas previsiones y en el tono agresivo de sus comunicaciones. Se espera mucha volatilidad.
El informe final del PIB del primer trimestre de 2023 mostró que la Eurozona entró en recesión, aunque sólo en la definición más técnica del término: dos trimestres consecutivos con una pequeña contracción del 0,1%. Este dato es retrospectivo, pero ha contribuido ligeramente al pesimismo sobre la evolución actual de la economía europea.
Creemos, sin embargo, que la recesión técnica se debe sobre todo a factores puntuales y que la economía de la Eurozona está bien preparada para funcionar en los próximos trimestres, ya que la bajada de los precios de la energía y la rigidez del mercado laboral apoyan el gasto de los hogares. Si la esperada subida de los tipos de interés por parte del BCE esta semana va acompañada de una retórica hawkish (de línea más dura), el euro debería verse favorecido por la reunión.
Los dos grandes acontecimientos que se producirán en cadena esta semana pueden hacer que el dólar salga por fin del rango indeciso en el que se ha estancado últimamente. Este martes se publicará el informe de inflación de mayo. Estaremos muy atentos, ya que una sorpresa al alza podría ser suficiente para inclinar la decisión del día siguiente hacia una subida.
Estamos de acuerdo con la opinión general del mercado de que no habrá cambios en los tipos de interés en junio, pero las posibles discrepancias y los mensajes de tono hawkish podrían asegurar a los mercados que el próximo movimiento de los tipos será más al alza que a la baja. Sin embargo, estamos mucho más cerca del final de este ciclo de subidas en EE UU que en la zona euro, por lo que esperamos que el dólar obtenga peores resultados a medio plazo.
La libra esterlina sigue subiendo tanto frente al dólar como frente al euro, ya que los mercados esperan que el Banco de Inglaterra reaccione ante una inflación persistente subiendo los tipos muy por encima del 5%. Los datos macroeconómicos de esta semana podrían suponer el siguiente impulso para la libra.
Se espera otro sólido informe sobre el mercado laboral, con un crecimiento de los salarios cercano al 7%. Por su parte, el PIB mensual de abril debería marcar una vuelta al crecimiento. Por el momento, el camino a seguir para la libra parece ser el de la subida.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury
Es poco probable que se produzca algún cambio en la política de tipos de interés en esta reunión de la autoridad monetaria, tal y como señala el experto