ALICANTE. La quiebra de Thomas Cook tendrá en Alicante un impacto sensiblemente menor al de otros destinos turísticos españoles, donde la presencia del touroperador era mucho mayor. Si bien en el pasado la Costa Blanca era uno de los destinos predilectos de la agencia británica, en la actualidad su principal apuesta eran los archipiélagos de Baleares y Canarias, a donde enviaba al 85% de los turistas que llegaban con sus vuelos a España.
La quiebra de Monarch, en 2017, hizo un 'roto' mucho mayor al aeropuerto de Alicante-Elche, en la pedanía ilicitana de El Altet, que la de Thomas Cook. En el caso de la primera, trasladaba a la provincia de Alicante (fundamentalmente con destino a Benidorm) a unos 600.000 turistas anuales, de los que en 2017 dejaron de venir 150.000 a partir de la cancelación de operaciones en octubre de ese año, según los cálculos de la patronal hotelera, Hosbec. Sin embargo, entre mayo y diciembre de este año, Thomas Cook tenía vendidas algo más de 13.000 plazas en la Costa Blanca, muy lejos de las cifras de Monarch.
La diferencia estriba en que Monarch conectaba Alicante con tres ciudades del Reino Unido: Birmingham, Londres y Manchester, con hasta cinco vuelos diarios. En el caso de Thomas Cook, según las fuentes de Aena consultadas por Alicante Plaza, solo operaba dos vuelos semanales para unir la terminal alicantina con la ciudad de Manchester. Un destino "que está muy bien cubierto por otras aerolíneas", con lo que el impacto de la quiebra de Thomas Cook será mínimo, según estas fuentes. En la actualidad, vuelan a Manchester desde Alicante Jet2.com, Easyjet, Ryanair, TUI y British Airways.
Al margen de los vuelos operados con su propia marca, Thomas Cook firmó hace un año una alianza con la española Air Europa, para reforzar su presencia en varios destinos españoles, entre ellos Alicante y València con vuelos de conexión facilitados por la española. Pero en realidad, estas conexiones se operaban a través de su filial en Alemania, Condor, que sigue operando con normalidad este lunes. Según la información facilitada por la compañía, la insolvencia no afecta a sus filiales fuera de las Islas Británicas.
El grupo de viajes, con 178 años de historia, entró en suspensión de pagos esta madrugada tras haber fracasado las negociaciones de emergencia con su principal accionista y acreedores a fin de encontrar un rescate, según confirmó este lunes la Autoridad de Aviación Civil (CAA). La compañía, que emplea a 22.000 personas -9.000 en el Reino Unido- "ha cesado sus operaciones con efecto inmediato", según indicó el regulador en un comunicado, y tiene actualmente a 150.000 turistas de ese país de vacaciones en el extranjero, a falta de ser repatriados.
La empresa no ha podido asegurar los 200 millones de libras (unos 227 millones de euros) que necesitaba como fondos extra para poder garantizar su supervivencia tras una jornada completa de reuniones cruciales mantenidas en Londres. "Todas las reservas del Grupo Thomas Cook, que incluyen los vuelos y las vacaciones, han sido canceladas", apuntó la CAA en la nota.
El Gobierno británico ha pedido a la Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido que lleve a cabo el programa de repatriación durante las próximas dos semanas, desde el 23 de septiembre al 6 de octubre para traer de vuelta al Reino Unido a los clientes de Thomas Cook en el Reino Unido. La Autoridad de Aviación Civil ha conseguido una flota de aviones en diferentes partes del mundo para poder traer de vuelta al Reino Unido a estos pasajeros. También está en contacto con los hoteles que alojan a los clientes de Thomas Cook como parte de sus paquetes vacacionales para hacerles saber que el programa ATOL cubrirá el coste de dicho alojamiento.