BENIDORM. Terra Natura Benidorm ha alcanzado un importante hito en el cuidado de su manada de dholes (Cuon alpinus), logrando la integración de las tres crías nacidas en el parque en marzo de este año, con los adultos del grupo. Tras un proceso de adaptación gradual, los cuidadores del parque han realizado la primera unión completa en el recinto exterior, supervisando de cerca el comportamiento para asegurar una integración exitosa.
Las tres crías, dos machos y una hembra, perdieron el contacto con el grupo general tras el fallecimiento de su madre y fueron criadas a mano por el equipo de veterinarios y cuidadores de Terra Natura Benidorm. Para evitar posibles conflictos, la integración se llevó a cabo en varias fases: primero se introdujo el contacto olfativo, seguido del contacto visual, manteniéndolos aún en espacios separados, y finalmente, esta semana se ha realizado la primera interacción física en el entorno de pradera. Durante esta primera unión, los adultos han acogido muy bien a los pequeños empezando a enseñarles el comportamiento social propio de la especie, para que aprendan y respeten la jerarquía de la manada.
Esta exposición progresiva, vigilada celosamente por los cuidadores, es necesaria para asegurar que las interacciones entre los adultos y las crías se desarrollen sin signos de estrés o agresividad. El éxito de esta primera salida conjunta indica que la integración va por buen camino y que las crías pronto formarán parte de la estructura social del grupo de forma permanente, fortaleciéndose los lazos familiares y sociales entre todos los dholes del parque.
“Hasta el momento, la integración ha sido un éxito y todo apunta a que el proceso continuará de manera positiva,” han señalado los cuidadores de Terra Natura Benidorm. “Ha sido un recorrido largo que comenzó con el nacimiento de las crías el 22 de marzo de este año y, tras seis meses de adaptación progresiva, finalmente hemos logrado unirlos en un mismo espacio, respetando siempre sus tiempos naturales y asegurando su bienestar”.
La dieta de los dholes en Terra Natura Benidorm se ha adaptado para garantizar su óptimo desarrollo y bienestar. Cada animal consume diariamente alrededor de un kilogramo de carne, con una variedad que incluye ternera, pollo, conejo y codorniz. Esta dieta variada asegura que obtengan todos los nutrientes necesarios y permite a los dholes consumir cada parte de la presa, incluyendo huesos, piel y plumas, en una práctica que imita su alimentación natural y cubre todas sus necesidades nutricionales.
Los dholes, también conocidos como perros salvajes asiáticos, son una especie de cánido en peligro de extinción que habita en los bosques de Asia del Sur y Sudeste Asiático. Este mamífero, similar en tamaño al coyote y con un característico pelaje rojizo, se distingue por su sociabilidad y su estructura en clanes, que a veces se dividen en pequeños grupos para cazar presas de tamaño medio, como ciervos y jabalíes. A diferencia de la mayoría de cánidos, los dholes priorizan la alimentación de sus crías tras una cacería, una conducta que fortalece los vínculos dentro del grupo.
La especie enfrenta graves amenazas, como la pérdida de su hábitat, la competencia con otros depredadores y enfermedades transmitidas por perros domésticos. Con una población mundial estimada entre 4.500 y 10.000 individuos, de los cuales solo entre 1.000 y 2.000 son adultos reproductores, los dholes están clasificados como en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Terra Natura Benidorm, a través de sus programas de conservación, contribuye a la protección de esta especie en colaboración con otras instituciones zoológicas y grupos de conservación.
Acerca de Terra Natura Benidorm
Terra Natura Benidorm es un parque de naturaleza y animales dedicado al cuidado de especies animales, que cuenta con más de 150 especies diferentes en su mayor parte vulnerables o en peligro de extinción. El recorrido por sus instalaciones hace que los visitantes se sumerjan en el concepto de zooinmersión. Las barreras entre el visitante y los animales quedan ocultas entre la vegetación generando la sensación de continuidad entre los ecosistemas recreados para cubrir las necesidades de los animales.