José María Aznar le regala la derecha española a Santiago Abascal. Por aclamación. Acaban de encontrar un barco fenicio de 2.600 años en el fondo del mar de Murcia. El tesoro. El olor a dinero. Días rejuvenecedores, casi ya olvidados, reafirmantes. Esta semana pre fallera ha traído un perfume de pura excitación animal Eduardo Zaplana. Teodoro García Egea se despistó, tentó su futuro y puso nervioso, aunque fuera unas horas, a Luis Barcala y hasta al mismísimo Carlos Mazón. Que visto lo vivido se piensa reservar en su asalto al cielo del cap i casal ante las legiones romanas del Frente Norte. Uno, cantando socialismo o libertad, sale de la ducha con veinte años menos. Se intuye la primavera. Todo huele a “tamayazo” sin fronteras, a Maruja Sánchez, a minué de maletines, sevillanas, estraperlo, sexo duro sucio y olé. Pero, la verdad, uno se mira aturdido ante el espejo porque no sabe exactamente qué pensar porque el magnate Rupert Murdoch provincial, capaz de derrocar gobiernos y hacer las listas de todo el espectro político, cultural, social e incluso la de opositores a conductores de La Segorbina no se pronunciado. Terror. Entropía. Horror vacui.
Isabel Díaz Ayuso se ha comido literalmente a José Luis Martínez - Almeida y a Pablo Casado. Aquel beso. Iker Casillas y Sara Carbonero se separan. La prensa conservadora vomita que José Luis Ábalos es el “hombre de Loizu”, el esqueleto enterrado con el cráneo agujereado en el cueva navarra de Errotalde. Con permiso de Francisco Igea, Edmundo Bal y Arcadi España, Toni Cantó quiere ser la nueva Inés Arrimadas. O puede acabar sin problemas ni complejos asociado o de flamante actor de reparto en el PP. Al tiempo. La luz zodiacal del Botànic sale reforzada. “Estoy hasta los cojones de nosotros”. “Nos habéis jodido”. No, aunque parezca mentira no la ha dicho, ningún pringoso comentarista en la entrega de los premios. Ni siquiera Nathy Peluso.
Ximo Puig se la juega abriendo las restricciones en plena semana fallera. De la paella, al bar, a la Casa de Campo, al casalet y al gimnasio. Toni Leblanc. Joan Ribó, que quiere más huertos urbanos y montar un Chinatown en Pelayo y se va despidiendo del personal. Monseñor Cañizares, con su larga capaaaaaaaaa y cohorte de rubicundos y sanguíneos angelotes, ha decidido que este año habrá ofrendas parroquiales y una peregrinación sin paradas del “Maremóvil”. Mónica Oltra, por fin, ha entrado en fase Mar de la Serenidad. Reaparece el sacrosanto e inmortal Departamento de Perder Elecciones del PSOE en el culebrón fratricida de Sant Vicent del Raspeig. Carmen Lomana está contra Meghan Markle. Un servidor, si puede, prefiere, se pide a Letizia Ortiz, la nieta del taxista de San Gabriel.
Isabel Bonig se lía con lo de las baterías mientras se le rebela el casco guerrero hoplita Vicent Mompó en Requena. Manolo Mata le desliza que de deje de espectáculos y fuegos artificiales. Entre Irene Montero -Isabel San Sebastián es una niñata que se ve que nunca ha conquistado o asaltado ninguna cama- y Yolanda Díaz, me quedo con Manuela Carmena. Creo que sin ser negro puedo extrañar y emocionar con la poesía de Amanda Gorman. Siento que el ciclo de la lavadora de mi compañero David Martínez ha acabado su ciclo. Hoy no llueve. Me atraviesan las hormigas del Bolero de Rafa Burgos. Un año justo del confinamiento. Zahara canta a Taylor Swift.
Un servidor que, como es sabido, se declara fan de la muerte mortal del líder socialista alicantino Paco Sanguino piensa que debería sonreír más y, a parte de intentar vestir mejor y de no quedar siempre de resabut, tendría que haber contestado -ahora sale con no se qué de un resfriado, pero yo se lo perdono todo, todo y todo con la publicación en este BOE hoy- a la felicitación por su 57 cumpleaños que le envió el inconfundible, entrañable e incomparable gruñón Gonzalo Eulogio. Que me lo tiene y va y me anda ofendidito y abandonado como si fuera el faro intermitente del platillo volante del señor alcalde de la millor terreta del món. El mismo que acaba de degradar en streaming a la aporofóbica y peor concejala popular por aclamación Viacrucis dentro de la Concatedral -en dura competencia con la potencia intelectual de Mari Carmen De España- doña Julia Llopis.
Sí, ella mijma que al leer esto está pensando en este segundo en limarse los dientes en Tik Tok o pasarse directamente ya a Vox. Toda la corte ha alabado muchísimo la vestimenta de Laura Borràs, la nueva presidenta del Parlament. Allá en aquella Barcelona antes tan cosmopolita y lejana y ahora tan cercana y mesetaria gracias también al procés de Madrid. Indepedencia. Carlos Arniches en El Paralelo. La España transitiva y perifrástica. Joe Biden nos tiene que enviar a John Kerry a ver al Guapo, pero ya. C. Tangana ha hecho “El madrileño” utilizando a los despechados o pretendientes de su ex: Rosalía. Se suspende la tomatina. Najwa Nimri ataca a los periodistas tan bien como se explica. Vuelve Pocholo. No, no podéis ir en paz. Todavía no.
El Bloc cambará de nombre en junio: Més-Compromís. Gerard Fullana sex simbol del Pais Valencià amb la seua aixà el fenotip valencià es capaz de hacer una atroz oposición, proponer un pacto de regeneración y firmar acuerdos de un cuarto de millón a la vez en la dipu. Y no estar loco. A Natxo Bellido le exponen demasiado al colorín. Xavier López confirma que es lo mejor que tiene Podem EUPV muy por arriba de Rubén Martínez Dalmau con permiso de Naiara Davó y de la inanidad de Pilar Lima. Adrián Ballester, la promesa del la derecha democrática valenciana, me escribe alarmado porque le dicen que han leído mi esquela como escrivividor aquí en Alicante Plaza. Por si acaso llamo sobresalteado -a fuego vivo- a mi nunca bien ponderado ni pagado Herr Direktor Miquel González. Que me tranquiliza con un cariñoso y fraternal ja vorem. Slow Food. El Purgatorio. Ácido sulfúrico. Cantemos al amor de los amores.
Todo se ha desvanecido. No existe ni el tres y repique ni la cuerda ni el pozo hondo, salitre ni oleaje. Han desaparecido campanarios, la Sierra de Espadán, Davos, Falmouth, el edredón, la radio siempre prendida, los madrugones, el silencio sordo de tumbas y cipreses, el nevero, las raíces torrenciales, las trincheras y satélites. El barro. El fuego. El Aquarium. Nada. No queda nada. No encuentro el camino de vuelta a casa. Ni siquiera recuerdo si algún día tuve alguna ni dónde está. Estoy lúcido, desnudo aquí varado en la línea 89. Necesito cruzar el Golden Gate. Creo que necesito que alguien me acompañe. Muchas gracias querido lector por seguir mis pasos conteniendo la respiración. Todo es incertidumbre. Y soledad.